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María Claudia Lacouture

María Claudia Lacouture: turismo social, pero viable

María Claudia Lacouture resaltó que hay que mejorar la conectividad e infraestructura para lograr el tipo de turismo que el Gobierno quiere para el país.

Si bien es fundamental que todos los colombianos tengan la oportunidad de viajar por el país -cualquiera sea su condición económica-, de disfrutar de los espléndidos paisajes y vivir la experiencia de nuestra privilegiada diversidad, también es importante que este proceso vaya aparejado de un trabajo de competitividad en los destinos, con mejor conectividad y una infraestructura adecuada.

Esa competitividad se logra con una labor permanente e intensiva en los destinos, con disponibilidad de recursos y herramientas para que los prestadores de servicios sofistiquen su oferta, y que estén respaldadas por una estrategia bien estructurada que promueva la sostenibilidad y el desarrollo integral.

La inversión en infraestructura turística, la capacitación de personal y la promoción de destinos sostenibles son aspectos clave que requieren una planificación a largo plazo. Adicionalmente, la colaboración entre el sector público y privado, así como la participación de las comunidades locales, son factores cruciales para garantizar el éxito continuo del turismo social en Colombia.

La continuidad de estas políticas, además de beneficiar a los ciudadanos de menores recursos, también fortalecerá la industria turística en su conjunto. Por ello es importante intensificar el desarrollo de las capacidades humanas y ofrecer servicios de calidad. De lo contrario tendremos un proyecto más para archivar en los servidores oficiales.

El Gobierno Nacional ha presentado su versión de lo que hará con el Turismo Social, que desde 1996 incorporó como una de sus banderas la Ley 300, conocida como la Ley Nacional del Turismo, y menciona su evolución de un modelo basado en la competitividad a uno basado en el desarrollo de las capacidades humanas, con la inclusión de personas, saberes locales y regiones históricamente excluidas, y accesibilidad universal.

El turismo social en Colombia ha sido un instrumento clave para contribuir a que personas de recursos económicos limitados puedan disfrutar de viajar para disfrutar sus vacaciones y el tiempo libre, y cada Gobierno ha hecho su propia versión, con distintos resultados, aunque sin continuidad, reducido a programas coyunturales y ayudas esporádicas.

Los municipios pueden desempeñar una labor importante en este sentido, con iniciativas locales, y también las cajas de compensación familiar emergen como protagonistas fundamentales al brindar un abanico de opciones asequibles, para que trabajadores con ingresos modestos y sus familias puedan acceder a actividades de sano esparcimiento, recreación, deporte y desarrollo cultural.

Compensar, una de las cajas más jóvenes del país, ha demostrado un firme compromiso con el fortalecimiento del turismo social asequible en sus centros recreacionales, donde el 67% de los visitantes pertenecen a las categorías de ingresos más bajos (categorías A y B, con salarios de hasta 4 mínimos). En un mundo preocupado por las prácticas turísticas perjudiciales para el medio ambiente, la cultura y la sociedad, el turismo social bien dirigido emerge como una buena práctica para la sostenibilidad.

Es vital la colaboración entre el sector público y privado, así como la participación de las comunidades locales como factores cruciales para garantizar el éxito continuo del turismo social en Colombia. La continuidad de estas políticas, además de beneficiar a los ciudadanos de menores recursos, también fortalecerá a la industria turística en su conjunto.

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