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Opinión

María Claudia Lacouture: cuando el turismo crece las estrategias deben adecuarse

María Claudia Lacouture destacó el crecimiento de varias ciudades de Colombia e hizo hincapié en las estrategias para que el país sea un destino sostenible.

Los ejemplos abundan. Los destinos que crecen de forma sostenida, como sucede en Colombia, afrontan el desafío de adecuarse para aprovechar los beneficios y las nuevas oportunidades, y evitar que los típicos males de la masificación afecten a la población local y damnifiquen su imagen.

Después de dos décadas de trabajo intenso en promoción los registros de visitantes crecen de manera positiva, lo que nos obliga a una reflexión nacional sobre las estrategias que debemos anticipar para hacer de Colombia un destino sostenible que incentive el círculo virtuoso del turista satisfecho.

El éxito en el turismo suele tener algunas contradicciones, un coctel de beneficios y perjuicios, como le sucede ahora a Medellín, que ya supera a Cartagena en el número de llegadas de extranjeros.

Hace apenas tres décadas Medellín vivía el peor momento de su historia, sin que apareciera por allí un turista distinto a un aventurero temerario o a un enviado especial de medios amarillistas.

Superados los años más oscuros, a comienzos de este milenio Medellín emergió de las cenizas y no tardó en despertar el interés de nuevos visitantes que gracias a la promoción y las publicaciones de prensa fueron ampliando la publicidad voz a voz, hasta consolidarse en tiempo récord como un destino de talla internacional.

Hoy la ciudad administra un “boom” que revuelve la satisfacción con la preocupación, porque la masiva llegada a la ciudad está causando distintos fenómenos, como la proliferación de apartamentos de alquiler por cortos plazos, el encarecimiento de las viviendas, la gentrificación, la inseguridad y la turistización (o turistificación), que comienza a suscitar brotes de turismofobia.

Hoy Medellín es una de las ciudades más apetecidas por los llamados “nómadas digitales” y del turismo médico, no solo por la devaluación del peso que permite a los extranjeros vivir mejor con menos, sino por el agradable clima primaveral, la amabilidad de sus habitantes y su desarrollo urbanístico.

A la vez, acoge a los curiosos interesados en las andanzas del narcoterrorista más famoso del mundo y también atrae a decenas de miles de malos turistas que buscan drogas y prostitución (la Embajada de Estados Unidos lanzó una alerta recomendando a sus ciudadanos no utilizar aplicaciones de citas debido al número de robos y homicidios de norteamericanos en los últimos meses).

Hoy la tasa de homicidios en Medellín ronda los 15 por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de muchas ciudades de América Latina. Además de convertirse en capital de la innovación y liderar acciones contra el calentamiento global y el desarrollo de energías limpias y de economía circular, se construyeron espacios públicos interactivos, teleféricos y escaleras mecánicas que conducen a las zonas más deprimidas de las comunas que ocupan las montañas. Visitar estos lugares hacen parte del itinerario turístico.

Gerenciar el éxito del turismo es un reto desafiante en la búsqueda de ser un referente internacional: estamos frente a un momento histórico que podrá catapultarnos, y para ello es importante que el Gobierno y el sector privado trabajen juntos en la búsqueda de innovación, de mejorar su infraestructura, la conectividad, la seguridad, la formación pertinente, la sofisticación de los productos y servicios, y en prepararse para lo que viene, que solo será mejor si se tiene una estrategia de país que organice y genere lineamientos para un crecimiento ordenado que permita tener un turismo de larga vida.

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