María Claudia Lacouture: abróchense los cinturones

En turismo no vale ser pesimista. Ni siquiera en los tiempos de pandemia se perdieron las esperanzas de que vendría el resurgimiento, como el ave Fénix que surge de las cenizas. Pero debo admitir que me embarga un optimismo moderado, por llamarlo de una manera, porque el panorama que se pone por delante no parece ser tan prometedor como esperábamos. Por una parte, porque los precios para viajar aumentaron mucho, y por otra porque el desgano oficial para impulsar la industria es patente.

La buena noticia es que según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo las cifras de los turistas que llegan a Colombia mejoran, y que de enero a septiembre de 2023 llegaron 4.198.801 visitantes (incluidos los colombianos residentes afuera y los venezolanos que vinieron a pasear y no a quedarse), número que es un 29,3% mayor frente al registrado durante el mismo periodo de 2022, cuando ingresaron 3.247.698 personas.

No nos podemos quejar por el creciente aumento en la llegada de personas del exterior, ni más faltaba, pero lo que más preocupa hoy a la industria es la falta de infraestructura adecuada (sin proyectos a la vista), la conectividad aérea y los problemas en el tránsito terrestre, la seguridad, la tranquilidad financiera, la calidad de la oferta, el costo de los servicios y la carga tributaria.

De acuerdo con Anato, las agencias de viajes han hecho un esfuerzo para no trasladar el aumento de sus costos a los usuarios. El último reporte del DANE informó de una variación anual en el IPC nacional de 10,48%, mientras que el precio de los paquetes se encuentra en 9,07%, con reducciones consecutivas en los últimos cinco meses.

La ocupación hotelera en septiembre de 2023 en Colombia se ubicó en 58,38%, lo que representó una caída de 6,24 puntos porcentuales frente al mismo mes de 2022, cuando fue 64,62% de acuerdo con el Sistema de Información Hotelero (SIH). Se observaron comportamientos negativos en la tasa de ocupación en 16 regiones del país, siendo San Andrés y Providencia, Huila y Meta, las que tuvieron mayores declives.

La Encuesta Mensual de Alojamiento del DANE indica que en agosto la tasa de ocupación resultó del 54%, 4,95% menor con respecto a agosto de 2022. A esto se suma el hecho de que para el segundo trimestre de 2023 únicamente el 8,7% de las personas de 10 años y más hicieron turismo interno, lo que representó una disminución de 1,4 puntos porcentuales frente al mismo periodo de 2019 (10,1%).

En ese sentido, Cotelco subraya que algunos de los asuntos que deben ser resueltos con mayor prontitud son la conectividad aérea y el desarrollo de los corredores viales terrestres; el fortalecimiento del turismo interno; la inclusión de un IVA diferencial para el sector de alojamiento, ya que tras la pandemia del Covid-19 los hoteles y alojamientos no pagaban este impuesto en 19%, sino el 5% para incentivar el turismo. Por último, la reglamentación de las plataformas de los establecimientos de alojamiento turístico.

Los turistas bien, pero la industria regular no es la ecuación para el turismo, menos frente al panorama de contracción que depara 2024. Así que abrochémonos los cinturones para un viaje de trabajo y dificultades.