La pandemia constituyó un hito en la historia del turismo y se produjo en momentos en que otros asuntos de igual magnitud ya estaban preocupando a la industria, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, como el turismo masivo, invasor y depredador, y en el caso de Colombia el aumento de la inseguridad, el consumo de drogas y la prostitución en los principales destinos.
María Claudia Lacouture: para hablar del futuro primero definamos bien el presente
María Claudia Lacouture destaca que se debe trabajar en la sostenibilidad del turismo para lograr un futuro prometedor tanto económica como ambientalmente.
El turismo sostenible ha ganado terreno como una respuesta necesaria en nuestro país al ser la segunda fuente de ingresos de divisas después del petróleo y representar cerca del 10% del empleo nacional e involucrar a más de 40 subsectores.
Por ello, para hablar del futuro primero definamos bien el presente; enmarcarlo dentro de los cambios en las tendencias, en la necesidad de garantizar la sostenibilidad, de reducir la huella de carbono, aplicar las energías limpias, la economía circular y adaptarse a las nuevas exigencias, tanto por los mandatos universales de desarrollo sostenible como por las preferencias de los turistas.
Y es que para los turistas internacionales resultan más interesantes las opciones sostenibles que no afectan al presupuesto, dado que las crisis mundiales han debilitado las finanzas personales de una mayoría, lo cual se ve reflejado en el informe anual sobre turismo sostenible de Booking.com, donde el 79% de la comunidad viajera afirma que quiere viajar de manera más sostenible en los próximos 12 meses, y el 80% piensa que la crisis energética mundial y el aumento del coste de la vida está afectando sus planes.
70% se sentiría mejor quedándose en un alojamiento concreto si supiera que tiene una certificación o etiqueta sostenible; 39% estaría dispuesto a pagar más por mejores opciones sostenibles, comprobables y certificadas, y 56% cree que no hay suficientes opciones de viajes sostenibles.
De acuerdo con el índice de Competitividad de Viajes y Turismo de 2019 del Foro Económico Mundial, Colombia se encuentra en el puesto 89 entre 140 países en el desarrollo sostenible de la industria de viajes y turismo, y eso nos lleva a hablar de política pública, del capital natural y el apoyo a las micro y pequeñas empresas.
Hoy tenemos políticas bien estructuradas pero poca implementación, con ambientes regulatorios laxos, pocas acciones concretas y muy bajas capacidades para garantizar el cumplimiento de normas y políticas de sostenibilidad. No contamos con emprendimientos innovadores, el uso de las nuevas tecnologías es bajo y carecemos de certificaciones que contribuyan a mejorar los servicios. Las Mipymes, que representan el 95,3% del tejido empresarial del país, requieren recursos financieros para mejorar sus productos y servicios, y derribar la resistencia al cambio.
En Colombia hay ausencia de información confiable para orientar la toma de decisiones para el desarrollo sostenible del turismo, hacen falta productos especializados sustentados en la biodiversidad de los territorios y se carece de opciones bien diseñadas para que los visitantes tengan transporte público adecuado y espacios para experiencias al aire libre, con entornos propicios para caminar o montar bicicleta, por ejemplo.
Entre las buenas prácticas para hacer turismo sustentablenecesitamos promover hábitos de ahorro de agua y energía, apoyar la diversidad ambiental y cultural, denunciar prácticas como la explotación laboral, reducir el uso de plásticos de un solo uso y otros materiales desechables, promover el uso de energías renovables, el reciclaje y el uso de productos de limpieza ecológicos, entre otras. Tenemos mucho trabajo para el presente y para construir el futuro.
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