El Gobierno de Gustavo Petro presentó la reforma tributaria, conocida como 'Ley de Financiamiento', con el objetivo de recaudar $ 12 billones para financiar la inversión de 2025 y apoyar la reactivación económica.
Reforma tributaria: contradicciones y doble filo
La nueva reforma tributaria aumentaría los costos operativos de las aerolíneas y el sector turístico, afectando su competitividad, rentabilidad y limitando su crecimiento.
Esta reforma ha generado intensas discusiones, especialmente en el sector turístico y aeronáutico, donde se esperaba que incluyera incentivos como la reducción del impuesto a los tiquetes aéreos. Sin embargo, en lugar de aliviar la carga impositiva, se prevé un incremento en el impuesto al carbono, lo que afectará el precio del combustible de aviación y, por ende, el de los boletos aéreos. De hecho, este documento solo se incluyó una reducción del IVA a los servicios hoteleros bajo ciertas condiciones, sin atender otras solicitudes de gremios como Anato y Cotelco.
En este contexto, Ladevi Colombia presenta los aspectos clave de la reforma que "beneficiarían al turismo" y aquellos que podrían perjudicar a la industria.
Incentivo al turismo incluido en la reforma tributaria
En la Ley de Financiamiento, el Gobierno plantea que la reactivación económica debe alinearse con los compromisos en transición energética, acción climática y turismo sostenible. Con este objetivo se han implementado alivios tributarios específicos para fomentar inversiones que aceleren la descarbonización de la matriz energética del país, así como para revitalizar corredores turísticos.
No obstante, el único alivio fiscal para el sector se enfocó en apoyar el desarrollo de municipios con menos de 200,000 habitantes, al excluir el 19% del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en los servicios hoteleros. Esta medida beneficiaría a 1.089 municipios en Colombia.
Por otro lado, el incentivo de la disminución de la tarifa fija de renta corporativa del 35% al 27% según su tamaño y de forma gradual, que es uno de los puntos de la reforma tributaria, también aplicaría para el sector turístico.
La ironía de la reforma tributaria
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) advirtió que la reforma tributaria incluye un aumento del 200% en el impuesto al carbono, lo que significaría un incremento del 4,1% en el precio del galón de gasolina.
Es importante destacar que el combustible de aviación representa más del 35% de los costos de las aerolíneas en vuelos domésticos en Colombia y está gravado con un IVA del 19%, lo que genera un impacto significativo en el costo del servicio.
"Vemos con preocupación que este incremento pueda no conseguir los objetivos de un impuesto verde como lo es el impuesto al carbono. En Colombia las emisiones no se pueden compensar al 100% sino solo al 50%, y no se contempla que el valor recaudado por este impuesto se utilice en la descarbonización de la industria", puntualizó Paula Bernal, Country Manager de IATA Colombia.
Este aumento en el impuesto al carbono es particularmente desconcertante, ya que se presenta como una medida para promover la sostenibilidad ambiental, no obstante, al encarecer el combustible, la ley podría desincentivar el uso del transporte aéreo, un medio que, aunque contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, también es crucial para la conectividad y el desarrollo económico del país.
"Pese al compromiso de la industria y los esfuerzos hechos en torno a la descarbonización y el biocombustible de aviación (SAF), no existe hoy en Colombia un sustituto al combustible de aviación convencional. Un aumento del 200% del impuesto al carbono resulta inconveniente, puesto que aumentaría el precio del servicio sin conseguir todos los objetivos ambientales", explicó Bernal.
Por su parte, desde Aliadas, puntualizan: “La modificación del impuesto al carbono es inoportuna, a pesar de que se justifica por razones ambientales. Los costos adicionales que impone a las empresas impactarán negativamente en su capacidad de operación y competitividad”.
Por otro lado, el valor que corresponde a las tasas, impuestos y cargos en la estructura de costos de un tiquete aéreo de trayecto nacional es del 28,4%, por lo cual un incremento adicional en el impuesto al carbono dificultaría o reduciría el acceso de los colombianos a este servicio público que conecta a las regiones del país, sin tener en algunos casos un servicio sustituto.
Así las cosas, la Ley de Financiamiento, que se esperaba que aportara alivio al sector turístico a través de la reducción de impuestos sobre los tiquetes aéreos, ha resultado ser irónicamente contraproducente.
En lugar de fomentar el crecimiento y la accesibilidad, las nuevas políticas fiscales incrementarían los costos operativos y, en consecuencia, los precios de los tiquetes. Esto refleja la complejidad y a menudo contradictoria naturaleza de estas reformas, donde las intenciones de mejorar la sostenibilidad y la economía pueden terminar perjudicando a quienes buscan disfrutar de lo que el mundo tiene para ofrecer.
Aspiraciones gremiales vs. la realidad
Los gremios tenían esperanzas respecto a la Ley de Financiamiento, anticipando que sus propuestas podrían ser escuchadas y tenidas en cuenta para fortalecer el sector.
Entre las principales peticiones, Anato abogó por una reducción en el IVA para tiquetes aéreos y servicios hoteleros. Esta medida podría impulsar la demanda y facilitar el acceso a viajes para un mayor número de colombianos, contribuyendo así a la reactivación del turismo interno que, al sol de hoy, sigue en números rojos.
Sin embargo, la respuesta del Gobierno fue limitada. La reducción solicitada para los tiquetes aéreos no se incluyó en la que sería la nueva normativa y, aunque se aprobó la exención del IVA para los servicios de alojamiento, esta solo se aplicaría a establecimientos en destinos que carecen de un gran interés o impacto turístico.
Por su parte, Cotelco también expresó su preocupación por la eliminación de la exención del pago de la sobretasa de energía, una medida que había solicitado incluir en la Ley de Financiamiento y que no fue atendida.
En ese sentido, la falta de atención a estas solicitudes representa una oportunidad perdida para el Gobierno de apoyar de manera efectiva a un sector crucial para la economía colombiana. Los gremios esperaban que sus propuestas impulsaran la reactivación del turismo, la creación de empleo y el desarrollo económico en diversas regiones del país, pero, una vez más, sus necesidades no fueron recibidas.
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