ALTA: el impacto social, económico y ambiental que tendría el aumento del impuesto al carbono en Colombia

José Ricardo Botelho, director ejecutivo y CEO de ALTA, destacó que esta medida podría impactar significativamente el precio del combustible de aviación, que representa más del 35% de los costos operativos de las aerolíneas en el país, elevando así las tarifas de los tiquetes aéreos.

“Se trata de una medida que puede aportar al fisco de manera inmediata pero que resulta en un impacto de largo plazo para los usuarios actuales y potenciales del transporte aéreo en Colombia”, agregó Botelho.

Repercusiones sociales con el aumento del impuesto al carbono

En 2023, el margen neto de la industria aérea en Colombia fue solo 1.36%, muy por debajo del promedio del 7.5% de las 1.000 empresas más grandes del país, según el informe de la Superintendencia de Sociedades.

“Este escenario financiero hace imposible que las aerolíneas asuman los costos adicionales sin que esto impacte a los pasajeros”, explica Botelho.

En ese sentido, el incremento en los costos afectará la demanda de transporte aéreo, especialmente entre aquellos viajeros que consideran alternativas o que vuelan por primera vez, ya que son sensibles a los precios. Además, el aumento encarecerá el transporte de carga, lo que impactará la competitividad de las empresas que dependen del comercio internacional y afectará el precio final de los productos para los colombianos.

Así las cosas, ALTA advierte que Colombia podría perder competitividad frente a otros países de la región debido al aumento en los costos de combustible.

"Colombia está desaprovechando una gran oportunidad para democratizar un medio de transporte esencial, el más seguro y eficiente del país. Esto pone en riesgo la inclusión social", señala Botelho.

Impacto económico para las aerolíneas y usuarios

Además, se vería afectado un sector productivo clave para el país. El transporte aéreo genera más de 600 mil empleos directos en Colombia y representa el 2.7% del PIB, destacando su importancia no solo en la conectividad, sino también en la creación de empleo y el desarrollo económico.

En las últimas dos décadas, el transporte aéreo ha experimentado un crecimiento sostenido, aumentando su participación en el PIB nacional. En 2023, su contribución alcanzó el 0.71%, en comparación con el 0.4% en 2005, lo que evidencia su creciente relevancia. Desde 2005 hasta 2022, el PIB creció a un ritmo promedio anual de 6.8%, superando el incremento promedio de la economía colombiana, que fue del 3.8%, según datos del DANE.

Además, el transporte aéreo tiene un efecto multiplicador: por cada unidad de producción adicional, se generan casi US$ 2 más en la economía, convirtiéndose en un motor esencial para el desarrollo económico del país, señaló el director.

Con base en datos de Migración Colombia y el Banco de la República, ALTA asegura que el 76% de los más de 4 millones de turistas internacionales que visitan el país lo hacen por vía aérea, lo que significa que el transporte aéreo genera US$ 4,269 millones en gastos de turistas internacionales para la economía.

Asimismo, las exportaciones del país también se verían impactadas, ya que, aunque solo el 0.3% del peso total de las exportaciones se realiza por vía aérea, este porcentaje representa más del 14% del valor total. Los productos transportados por aire son de alto valor, lo que resalta la importancia del transporte aéreo en el comercio exterior.

¿Cuáles serían las afectaciones ambientales por el aumento del combustible?

Desde una perspectiva ambiental, el impuesto al carbono podría contradecir acuerdos internacionales como el Convenio de Chicago y, según estudios como el informe de EUROCONTROL de 2020, no sería efectivo para reducir emisiones de CO2, además de generar efectos negativos en la inversión en flotas más limpias y modernas, limitando la capacidad de las aerolíneas para mejorar su eficiencia ambiental.

La industria aérea en Colombia ha realizado importantes esfuerzos para disminuir su huella de carbono, incluyendo la renovación de flotas. Entre 2008 y 2024, la flota de aerolíneas de pasajeros creció un 111%, mientras que la edad promedio de las aeronaves se redujo un 11%. Este avance ha permitido reducir las emisiones por pasajero en rutas como Bogotá-Cartagena, una de las más frecuentadas, en un 33%. En 2023, en esta ruta se evitó la emisión de 57,430 toneladas de CO2, equivalente a plantar 2.6 millones de árboles o retirar 12,480 automóviles de circulación durante un año.

Además, Aeronáutica Civil y la Fuerza Aérea Colombiana han autorizado la implementación de rutas condicionales (CDR) y procedimientos operativos en el espacio aéreo restringido de Palanquero (SKR-10), lo que ha permitido reducir los tiempos de vuelo entre 3 y 7 minutos. Esto ha generado significativos ahorros en combustible y emisiones. Para los vuelos hacia el norte desde Bogotá, que suman aproximadamente 40 mil anuales, se estima un ahorro de 1.3 millones de galones de combustible, lo que se traduce en una reducción de alrededor de 26,000 toneladas de CO2.

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