En los últimos meses, se ha vuelto recurrente escuchar noticias sobre turistas que se quejan del maltrato, los robos, el cobro desmedido en bienes y servicios, y, en general, de la inseguridad de la que son víctimas en los principales destinos turísticos de Colombia –incluso se han reportado accidentes marítimos en las playas de Cartagena–. Noticias como estas, difundidas a través de medios sociales e informativos, no solo golpean de manera negativa la imagen del turismo en el país, sino que nos hace preguntarnos quién está garantizando la seguridad de turistas y operadores.
María Claudia Lacouture.
Con la mala imagen y la falta de seguridad nos enfrentamos al riesgo de que operadores, turistas y empresarios vean en Colombia, no un destino para abrazar, sino uno al que se ven forzados a abandonar.
A la inseguridad, también debemos sumarle otros problemas: la explotación de niños y mujeres por las calles de las principales ciudades del país –Cartagena es un buen ejemplo de esto–, o la venta de drogas sin control ni restricción por lugares turísticos emblemáticos, entre otros, han llevado a líneas de cruceros importantes y a la misma Anato a manifestar su preocupación por un sector que, según las cifras de DANE, presentó un aumento de 178% de turistas extranjeros en 2022, respecto al año anterior.
De acuerdo con el Plan Sectorial de Turismo presentado por el Gobierno Nacional, se espera que el turismo sea "el gran oferente de divisas en el corto plazo", según ha manifestado el presidente Gustavo Petro. Pero para ello es urgente hacer un llamado a las autoridades nacionales y a los gobernadores y alcaldes para actuar y dar respuestas contundentes contra la inseguridad, la informalidad y la ilegalidad.
No podemos dejar que 20 años de trabajo y esfuerzo para posicionar a Colombia como un referente turístico a nivel internacional se pierdan por no implementar los debidos correctivos. Si el turismo está llamado a convertirse en el nuevo petróleo de Colombia, entonces debemos garantizar su óptima operación.
Es indispensable, entonces, que parte de los recursos del presupuesto de turismo presentado por el presidente Petro en Anato, y que aumentará hasta en un 80%, se destine a capacitar a toda la cadena de turismo, incluyendo planes para el fortalecimiento de la seguridad, la integración social y la sostenibilidad.
Desde ya son varias las acciones que se vienen planteando desde distintos sectores, pero lo cierto es que todos los involucrados en el gremio: gobierno, operadores, academia, y aquellos que vemos en el turismo una solución para el país, estamos llamados no solo a analizar sus posibilidades, sino a exigir garantías para destinos y turistas.
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