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Opinión

Lacouture: turismo debe escalar sobre la digitalización y sin discriminación

María Claudia Lacouture destacó el valor de la digitalización y la influencia que tienen las plataformas para la industria turística.

María Claudia Lacouture afirmó que, con motivo del Día Internacional del Turismo, la plataforma Airbnb presentó los principales hallazgos del estudio realizado por Oxford Economics sobre su impacto económico en Colombia. De acuerdo con el análisis, el gasto de los huéspedes que reservaron espacios compartidos en Airbnb en el país durante 2021 (excluyendo los gastos en alojamientos) fue de US$899 millones, equivalente al 14,7% de la actividad turística directa total en ese año.

Según la plataforma, el impacto sobre la economía colombiana fue de $564 millones de dólares al PIB, con 64.000 empleos respaldados por los gastos de los huéspedes en Colombia, lo que supone $274 millones de dólares en sueldos, salarios y otros ingresos laborales en una variedad de sectores.

El estudio afirma que por cada $10 dólares que los huéspedes gastaron en alojamiento, se generó un gasto adicional de $48 dólares durante su estancia en diversos productos y servicios que benefician directamente a restaurantes (US$178 millones), compras y abarrotes (US$262 millones), actividades, entretenimiento y otros (US$228 millones), transporte local (US$96 millones) y transporte a/desde destino (US$136 millones).

Igual que Airbnb, decenas de plataformas que operan en Colombia esparcen economía al tiempo que la capacidad e influencia de las plataformas se expande y año tras año va haciéndose al control de la mayor parte del mercado de viajeros, por lo que es muy importante que los gobiernos legislen bien y con sentido común, que ayudan a la formalización de todo el sistema y que tengan en cuenta que los sobrecostos y la normatividad excesiva encarece y desincentiva.

Ahora, en tiempos de pospandemia y del turismo comunitario es curioso, por ejemplo, que el año pasado 58 municipios de diversos departamentos recibieron su primera reserva por la plataforma, como Almeida (Boyacá); Balboa (Risaralda); California (Santander); Chinú, (Córdoba); Falan (Tolima) o Lenguazaque (Cundinamarca). Algo nuevo está pasando y vale la pena verlo más de cerca.

La descentralización de los destinos es beneficiosa para el turismo en Colombia ya que presenta nuevas opciones de alojamiento en destinos alejados, desconocidos. Esta tendencia fortalece los lugares turísticos y permite una mayor conexión con comunidades que hasta ahora han estado desconectadas del sistema nacional.

Los pronósticos más recientes de Oxford Economics anticipan un impulso renovado a los ingresos de los hogares en Colombia a medida que el sector turístico se reconstruye de los impactos de la pandemia. Se prevé que el gasto de los visitantes en dicho sector superará los USD$11 mil millones en 2025.

En cuestiones de turismo suelo ser un poco menos rigurosa con las cifras y más romántica, por eso creo que los 15 millones que el presidente Petro promete para 2025 pueden no ser una utopía de soñadores si trabajamos por el camino correcto, con las políticas certeras, con los estímulos convenientes y la inversión necesaria. Habrá que ser muy ambiciosos y realmente hacer del sector una prioridad. Hasta ahora los propósitos sobre el turismo se han quedado cortos, se ha pensado mucho con el deseo y poco con la acción.

Para lograr atraer el turismo internacional necesitamos más conectividad, mucha conectividad, pero descentralizada, empoderar a los destinos intermedios para que conecten con el resto del país; necesitamos trabajar de la mano todos, de los empresarios, de los funcionarios, de las plataformas, de los inversionistas, fomentar las alianzas público-privadas, desarrollar una buena oferta, acabar con la informalidad y reforzar la formación, la seguridad, el bilingüismo y la calidad y todo lo demás que propicie la profesionalización y el buen servicio.

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