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María Claudia Lacouture

María Claudia Lacouture: Sostenibilidad, ¿discurso o realidad?

María Claudia Lacouture explica la relación del turismo con el medio ambiente y cómo la industria puede aportar a la protección y preservación del entorno.

María Claudia Lacouture explica que el panorama mundial es el siguiente: llegan 8 millones de toneladas de plástico al mar al año; en cuatro décadas desapareció la mitad de los animales salvajes; si la temperatura del planeta aumenta varios países insulares desaparecerán; 7 millones de personas mueren por contaminación del aire; 2.700 millones de personas viven en zonas donde hay escasez severa de agua; 90% de las aguas residuales de países en desarrollo llegan a los ríos, lagos y mares sin ser tratadas; cada año se talan 15.000 millones de árboles; 40% de los glaciales tropicales en América Latina ha desaparecido.

¿Qué tiene que ver esto con el turismo?

Con mares y ríos contaminados, sin aire limpio, sin paisajes y con las playas borradas por el deshielo, sencillamente no hay turismo. Y eso lo sabe el turista, todos los días lo lee y lo escucha, más ahora en tiempos de pandemia que subieron las alertas por la salud del planeta.

Y por ello los operadores han tenido que acondicionar sus ofertas, cada vez reciben menos pedidos de viajes masivos, a lugares congestionados a cambio de lugares más espaciados, verdes, con más cultura, tradición y buena gastronomía, con seguridad sanitaria y limpieza, con interacción local.

El cambio comienza a sentirse y se está trabajando en ello, desde el sector privado y desde el público. Ya tenemos un marco normativo ambiental vigente, una Constitución Política que incluye el concepto de desarrollo sostenible y políticas públicas para bosques, recursos hídricos, ecosistemas y gestión ambiental, entre otras. Nos falta control, presupuesto y sincronización institucional.

Los últimos gobiernos han sido muy sensibles a estos asuntos y se han comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como reducir a 2050 el 51% las emisiones de gases con efecto invernadero, aumentar la tasa de reciclaje y nueva utilización de residuos sólidos hasta el 17,9% o alcanzar la neutralización de la deforestación a 2030.

Para este año los compromisos son sembrar180 millones de árboles; aumentar la eficiencia energética en 9,05%; generar 1.500MW con energía renovable; aumentar a 54,3% el número de agua residuales tratadas y aprovechar al menos 10% los residuos de construcción y demolición. No es fácil cumplir los objetivos, pero existe la voluntad política para hacerlo.

¿Qué necesitamos?

Optimizar los recursos medioambientales; fomentar la cultura de la conservación en todos los territorios; mejorar la distribución de la riqueza; garantizar la sostenibilidad de los destinos, desarrollar productos sostenibles en todos los destinos; integrar el patrimonio cultural; desarrollar el turismo rural, el de aventura, el agroturismo, el aviturismo, el de parques y zonas preservadas, aunque no sin antes tener las condiciones mínimas para el bienestar del visitante y la preservación de los lugares.

También tenemos que innovar y mejorar el turismo gastronómico, sofisticar su oferta y también el de las artesanías, así como un desarrollo conceptual de infraestructura sostenible, diseño y construcción de senderos; conexión y conectividad.

Y todo ello acompañado con inversión y capacitación en las comunidades con capacidad de ofrecer un producto distinto, con servicios de salud adecuados, talento humano con formación pertinente (indispensable el inglés), adecuación digital, orientación de servicio al cliente, cultura ciudadana, emprendimiento.

El turismo sostenible será una fuente de recursos y propiciará un entorno favorable para las zonas más vulnerables a la delincuencia organizada. Con turismo rescataremos a Colombia y seremos un referente mundial al final de esta década si no lo proponemos.

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