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"La reforma laboral desconoce nuestra realidad": turismo, comercio y hotelería alzan la voz

La inminente aprobación de la reforma laboral en el Senado reavivó la incertidumbre en sectores como el turismo, el comercio y los servicios.

La Comisión Cuarta del Senado aprobó, con 13 votos a favor y 2 en contra, la ponencia mayoritaria de la reforma laboral, compuesta por 75 artículos. El proyecto contempla, entre otros aspectos, el pago del recargo dominical y festivo al 100%, ajustes en los contratos a término fijo e indefinido, y el inicio de la jornada nocturna a las 7 p.m., también aplicable a micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes), tras modificarse la propuesta original que la fijaba desde las 6 p.m.

Cabe resaltar que a la reforma laboral solo le resta un último debate en la plenaria del Senado para convertirse en ley de la República. Posteriormente, pasaría a sanción presidencial.

Estas modificaciones reavivaron la preocupación en sectores con alta actividad en horarios no convencionales, como el turismo, ya que el aumento en los costos laborales pondría en riesgo la viabilidad de muchas operaciones nocturnas y en días festivos.

El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, defendió la iniciativa argumentando que busca recuperar derechos eliminados por la Ley 789 de 2002, y afirmó que “una reforma laboral que mejore los ingresos de los trabajadores tendrá un impacto positivo en el crecimiento económico del país”.

Anato: turismo, entre la formalidad y la incertidumbre

Gremios del turismo manifiestan preocupación por el impacto de nuevas medidas en la sostenibilidad empresarial y el empleo formal, debido a que gran parte de la actividad se concentra en horarios nocturnos, fines de semana y festivos.

Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de Anato, explicó que entre el 70% y 75% de la operación de las agencias de viajes se realiza en estos horarios, lo que implicaría un aumento significativo en sus costos.

“El recargo será superior al 30% que hoy aplicamos. Esto impactará a agencias, en su mayoría MiPymes con alrededor de cinco empleados, y también repercutirá en el usuario final, pues los paquetes turísticos subirán sí o sí”, afirmó la ejecutiva.

Anato representa a 750 agencias que concentran el 90% de las ventas del sector. En el país existen cerca de 15.000 agencias registradas, muchas de ellas pequeñas o informales. El turismo genera alrededor de 900.000 empleos, de los cuales 48.000 corresponden a agencias de viajes, donde el 86% son contratos a término indefinido y el 60% son mujeres, muchas de ellas madres cabeza de hogar.

“El turismo es un motor fundamental de empleo regional, que va desde la señora que hace trenzas en la playa hasta el vendedor de chontaduro. Sin embargo, es uno de los sectores más afectados por la informalidad, que supera el 70%”, señaló Cortés.

La dirigente lamentó la falta de diálogo con el sector durante la formulación de la reforma y advirtió: “Esperábamos una mayor gradualidad. Esta reforma, tal como está planteada, podría frenar el crecimiento del turismo, que es el segundo renglón de la economía nacional”.

Aunque Anato colabora con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Fontur en programas como ‘Transformando destinos’, que capacitan operadores y promueven ruedas de negocio en regiones como Meta, Putumayo, Caquetá, Chocó y Guaviare, estos esfuerzos no serían suficientes para contrarrestar el impacto negativo de la reforma.

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Sector hotelero: operación 24/7 y formalidad en riesgo

José Andrés Duarte, presidente ejecutivo de Cotelco, ratificó que la reforma laboral desconoce la naturaleza propia del sector hotelero, que opera de manera continua, las 24 horas del día.

“La definición de la jornada nocturna desde las 7 p.m. y el incremento del recargo dominical al 100% afectan directamente la operatividad del sector”, afirmó.

Aunque el turismo internacional ha mostrado un crecimiento sostenido, Duarte alertó sobre una preocupante caída en el turismo interno.

“Hoy, 500.000 colombianos menos están viajando en comparación con 2019. Adicionalmente, el PIB del sector de alojamiento y servicios de comida acumula 24 meses en cifras negativas”, indicó.

Igualmente, el dirigente resaltó el papel del sector en la generación de empleo formal: “Proveemos 150.000 empleos directos. Colombia genera 3.3 empleos por cada 100 turistas, muy por encima de países como Francia o México, donde la proporción se ubica entre 0,2 y 0,6”.

Tanto Cotelco como Anato coincidieron en que el aumento en los costos laborales no solo impactará a las empresas del sector, en su mayoría pequeñas y medianas, sino que inevitablemente se trasladará al consumidor final.

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Voces desde la experiencia

A estos pronunciamientos se sumó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, quien expresó su “profunda preocupación” por las disposiciones aprobadas, aunque reconoció que la versión del Senado presenta algunas mejoras frente al proyecto original de la Cámara.

“El incremento de costos, que oscila entre el 18% y el 35%, es difícil de asumir para las MiPymes. Estas medidas no contribuyen a reducir la informalidad y desconocen la realidad de un sector que ha registrado la mayor tasa de cierre de empresas en los últimos años”, afirmó.

Cabal advirtió que los sectores más afectados serán aquellos con alta actividad en horarios nocturnos, domingos y festivos, como tiendas, panaderías, cafeterías de barrio, restaurantes, gastrobares, bares, hoteles, así como empresas de transporte, logística, vigilancia, aseo y mantenimiento.

“Fenalco hace un llamado urgente a la plenaria del Senado para corregir el rumbo de esta reforma y proteger a los micro, pequeños y medianos empresarios, quienes hoy se sienten traicionados y enfrentan una profunda incertidumbre sobre el futuro”, subrayó.

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Por su parte, la exministra de Comercio, Industria y Turismo y actual presidente de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, también se pronunció sobre la reforma. Aunque valoró que el debate en la Comisión Cuarta demuestra que es posible avanzar en el Congreso con análisis técnicos y consensos, alertó sobre los riesgos que aún persisten.

“La reforma ignora la realidad de sectores como el turismo, el comercio y los servicios, donde los horarios extendidos y el trabajo en fines de semana son la norma. Más costos se traducen en menos empleos formales. Hay que legislar con criterio y datos, no con ideología”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).

Además, expresó su preocupación por las cargas adicionales al sector productivo, el aumento del riesgo de informalidad y la incertidumbre jurídica en temas como licencias, recargos y nuevas formas de contratación.

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