Dos grandes medios internacionales publicaron sendos reportajes sobre el impacto de la guerra de los aranceles en el turismo. El primero, El País de Madrid, reflejaba que la percepción positiva de algunos países como Estados Unidos podría verse afectada, y por ende su número de visitantes. El segundo, The Washington Post, citando como fuente al Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), señaló que, si bien el precio de casi todos los bienes de consumo estaría por dispararse y los mercados globales están tambaleándose hacia una recesión, la industria de los viajes prevé un crecimiento récord en los próximos meses y los viajeros gastarán más este año.
María Claudia Lacouture
Es de suponer que muchos turistas consideren replantear sus viajes debido a que algunos destinos pueden volverse menos atractivos, por problemas de aprobación de visas, por los cambios en los precios o por la disponibilidad de servicios competitivos.
Se menciona asimismo la posibilidad de que se despierte un sentimiento en contra de EE. UU. por haber sido el país que puso patas arriba el sistema global de comercio, y se menciona por ejemplo a México y Canadá, desde donde el flujo de turismo es muy alto. WTTC señala que el número de viajeros por tierra de esos dos países cayó un 24% en los primeros meses de 2025 y las frecuencias de las aerolíneas desde estos dos países vecinos también bajaron en forma significativa. Este fenómeno podría replicarse en los países más afectados, incluidos los europeos y asiáticos.
Pese a que se prevé que las aerolíneas y agencias de viajes podrían tener una caída en la demanda, especialmente en rutas internacionales, por lo que las empresas tendrán que reducir los viajes de negocios, la asistencia a ferias, conferencias o eventos internacionales, WTTC mantiene su confianza en el sector al asegurar que esperan que se mantenga un crecimiento sostenido y que el gasto continúe en alza por lo menos durante este año.
Se espera que la incertidumbre económica mundial sea un problema de corto plazo y que se amortice ahora en buena medida con la anticipación con que las personas planifican sus vacaciones, ya que muchos viajes se pagan con antelación o se hacen bajo condiciones de no reembolso.
WTTC justifica su confianza en que el turismo ha demostrado recuperarse más rápido que otros sectores tras las grandes guerras y la pandemia global.
Es de suponer que los destinos emergentes, como Colombia, podrán beneficiarse frente a una hipotética caída en el número de visitantes en los destinos tradicionales gracias a que su oferta es muy atractiva por su diversidad geográfica y cultural, y porque tiene ventajas cambiarias para los turistas.
Por ello es importante reforzar la promoción en los tres países de Norteamérica (Estados Unidos seguirá siendo nuestro mejor mercado) y también en Europa. La crisis global también puede ser una oportunidad.
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