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"Quien se quedó atrás, ya va atrasado. Tenemos que evolucionar con las tendencias del mercado"

El gerente de Pelícanos durante más de 30 años habló con La Agencia de Viajes Colombia sobre los cambios la necesidad de las agencias de viajes para adaptarse a las innovaciones tecnológicas. Actualmente, la compañía se encuentra bajo la gerencia de su hijo, Juan Felipe Orjuela.

- ¿Cuáles considera que son los principales cambios que ha tenido el sector de viajes y turismo en los últimos 40 años?

-Antes todo lo hacíamos de forma manual o por vía telefónica. Los tiquetes se hacían a mano y el dinero lo teníamos que llevar en los bolsillos a México para poder pagarles a nuestros operadores. Las comunicaciones eran por telex y después llegó el fax, mientras que hoy en día los avances tecnológicos nos han llevado al siguiente nivel. Quien se quedó atrás, ya va atrasado. Tenemos que evolucionar con las tendencias del mercado.

-¿Cree que las agencias de viajes van a desaparecer?

-De ninguna manera. El agente de viajes seguirá siendo ese experto, ese asesor y ese guía que necesita el viajero. La asesoría que los profesionales del turismo pueden ofrecer, nadie la va a encontrar en Internet. ¿A quién se le reclama de llegar a presentarse algún inconveniente durante el viaje? Eso solo lo solucionamos los agentes de viajes. En nuestro caso, conocemos México mejor que nadie y por eso seguimos vigentes; frente a los otros países de América que vendemos, lo hacemos porque me he tomado el trabajo junto a mi hijo de viajar y conocerlos uno a uno.

-Según su experiencia, ¿qué deben hacer las agencias de viajes para mantenerse vigentes?

-Para que una agencia de viajes permanezca a lo largo del tiempo necesita, además de tecnología, un servicio respetuoso y ágil. Hoy en día nadie espera mucho tiempo, si no se obtiene una respuesta rápida, se va a otro lugar sin pensarlo dos veces. También es importante que los agentes tengan un buen conocimiento del producto que venden y, sobre todo, le cumplan al cliente con lo prometido, sea lo que sea. De esta manera, se tendrá la certeza de que el pasajero siempre volverá a buscar al mismo asesor, porque confía en él. Obviamente, y no menos importante, se debe seguir teniendo tarifas competitivas con sus aliados comerciales.

-¿Los vuelos chárter siguen siendo un buen negocio hoy en día?

-Ya no es el negocio que fue. Antes para llegar a Cancún debía ser a través de un vuelo chárter o nada. Ése era el negocio. Hoy en día, por el contrario, se puede viajar en cualquier momento y por medio de muchas aerolíneas a diferentes destinos en el mundo. Además, se pueden hacer reservas desde la comodidad del hogar, con su computador portátil, y viajar al día siguiente. Evidentemente el negocio cambió.

-¿El capítulo mayorista sí ha aportado a una industria cada vez más dinámica? ¿De qué manera lo hace?

-Indudablemente el capitulo mayorista nos ha servido mucho. Ha sido un gran aliado para los que hemos participado siempre, así como a las nuevas compañías mayoristas que ingresan en el negocio. Es algo que siempre va a beneficiar a la industria.

-¿Por qué se decidió entregar la parte administrativa de Pelícanos a Aviatur? ¿Qué beneficios obtienen de ello?

-Para nosotros, que nos enfocamos en vender y negociar, sobre todo para mi generación, la parte administrativa es quizás la más aburrida de nuestro negocio. Sin embargo, es una parte neurálgica de la empresa. Por esto, decidimos con mi hijo que lo mejor era que lo manejaran los que más saben, es decir, Aviatur.

A pesar de que entramos con cierta cautela por no saber a dónde nos podía llevar esta alianza, hoy en día sabemos que fue lo mejor que pudimos hacer. El beneficio, además de pertenecer a la organización y sentirnos parte de algo, es elevar aún más nuestros estándares de calidad y tenerlos a ellos como uno de nuestros mejores clientes.

-¿Cuál es el futuro de la compañía?

-El futuro de la compañía, y como yo la sueño, es seguir creciendo ahora con la dirección de mi hijo Juan Felipe, y que el legado siga con los hijos de mis hijos en este negocio tan bonito que es el turismo. Estos 40 años de trayectoria se pudieron haber truncado en el terremoto de México de 1985, yo estaba allí y justo en el momento en el que bajaba por las escaleras del hotel, éste se derrumbó. Yo caí al suelo y de no ser por un señor que bajaba corriendo y me levantó, quizá no estaría contando este cuento y la historia de Pelícanos hubiera sido otra. Afortunadamente no fue así y tengo la certeza de que el turismo me dio los momentos más felices de mi vida.

-¿Cuáles han sido los principales hitos de Pelícanos?

-Tenemos 34 años de trayectoria con labores ininterrumpidas. Siempre dedicados al mayoreo, que era lo que yo sabía hacer. Cuando empezamos en Pelícanos nuestros programas bandera eran todos los circuitos a México, y luego llegó la joya de la corona en esa época, el gran Cancún. Ser pioneros en el destino de México es uno de los grandes hitos, junto con la visita del santo Papa a México, donde llevamos desde Bogotá dos vuelos chárter llenos a Ciudad de México, que de no ser por el apoyo de nuestros grandes amigos de Avianca no lo hubiéramos podido lograr. En esa época no pedían depósito ni nada. Era el valor de la palabra. Fuimos los primeros, con mi gran amigo Álvaro Vélez, que en paz descanse, en chartear vuelos directos a Cancún, lo que en esa época era una utopía; y lo hicimos durante más de 10 años sin interrupciones. En las mejores temporadas alcanzamos a llevar más de 2.000 pasajeros a México en seis meses. En esa época no había visa y la cosa simplemente fluía.

-¿Por qué hacer énfasis en México? ¿Cuál fue el detonante?

-Siempre desde niño, e incluso ya de mayor, he estado enamorado de México y su cultura. Me iba al cine a ver películas mexicanas con mi mamá y soñaba con ir un día y conocer todo; llegar hasta Acapulco era mi sueño. El primer paquete que hice fue Navidad en México y Año Nuevo en Acapulco. Fue un éxito. Allí arrancó todo; Avianca nos daba la publicidad gratis y los folletos para que nosotros lo entregáramos en las agencias. El destino, que es tan querido aquí en Colombia, fue un éxito inmediato.

-¿Desde cuándo incorporaron nuevos destinos y cuál fue el resultado?

-Los nuevos destinos se fueron dando desde hace dos años precisamente, gracias al cliente tan importante y exigente que tenemos. En este momento manejamos 12 países de América y vendemos desde Alaska hasta la Patagonia. México sigue siendo muy importante, pero países como Perú, Argentina y Brasil tienen muy buenos números. El resultado de estos nuevos productos es muy positivo.

CÓMO COMENZÓ ALFONSO ORJUELA EN EL TURISMO

Alfonso Orjuela fue el gerente de Pelícanos durante más de 30 años. Terminó sus estudios a los 18 años y en 1957 comenzó en el cargo de pasajes nacionales en Avianca, en el sector de Chapinero. Desde entonces continuó vinculado a varias compañías de aviación, siendo la última Cruzeiro do Sul, que se fusionó con Varig. En ese momento decidió cambiar de rumbo para iniciar su camino en las agencias de viajes. La primera agencia donde trabajó fue Mundial de Viajes y luego continuó por varías más hasta que, en 1985, tuvo la oportunidad de comprar Pelícanos, una compañía que con mucho esfuerzo logró adquirir y posicionar.

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