El pasado 15 de junio, el sector turístico colombiano se vio sacudido por la noticia de la desaparición de Juan Rojas, representante legal de Aventura 56, conocida a través de redes sociales. A partir de ese momento, comenzaron a multiplicarse las denuncias por presuntas estafas relacionadas con la empresa.
"No fue una estafa, fue una crisis": la versión del representante de Aventura 56
Presuntamente Aventura 56 publicó un comunicado oficial en el que reconoce su crisis financiera, atribuye parte del colapso a errores del hotel.
Tiempo después de hacerse pública la estafa de Aventura 56, su representante publicó un comunicado en el que atribuye la crisis a problemas financieros y niega haber actuado con intención de fraude.
Con el paso de los días, turoperadores y agencias de viajes afectadas comenzaron a pronunciarse ante Ladevi Medios y Soluciones, compartiendo testimonios que evidenciaban la magnitud del problema. Uno de los casos más graves reportó pérdidas superiores a los $60 millones, sin que hasta el momento haya una respuesta formal por parte de los implicados. (El drama de una agencia de viajes por la estafa de Aventura 56: "perdí $60 millones y nadie responde")
Tras semanas de silencio, rumores y especulaciones, Rojas reapareció presuntamente a través de un comunicado en el que reconoce la quiebra de Aventura 56. El mensaje, dirigido a clientes, aliados y amigos, afirma que no hubo intención de fraude y atribuye el colapso de la empresa a errores administrativos, decisiones financieras arriesgadas y complicaciones en la relación con un hotel aliado. No obstante, Ladevi no ha podido confirmar la autenticidad del documento, ya que no está firmada.
“Aventura 56 no fue solo un proyecto comercial. Fue un sueño que se convirtió en puente para que miles de personas cumplieran sus vacaciones soñadas”, escribió Rojas, en un tono aparentemente emotivo y personal.
El origen de la crisis: desfalco interno y decisiones arriesgadas
En palabras de Rojas, los problemas comenzaron en 2023, cuando un colaborador de confianza habría desviado recursos clave para el sostenimiento de la operación. Ante esa situación, Rojas explica que optó por una medida extrema: vender noches hoteleras a precios muy por debajo del valor real, esperando así generar flujo de caja y estabilizar las finanzas a mediano plazo.
“Fue una apuesta osada, tal vez imprudente desde lo financiero, pero guiada por la intención genuina de cumplir con ustedes y con los hoteles”, reconoció.
Asegura que el modelo logró sostenerse por más de dos años y que todos los pasajeros viajaron sin inconvenientes. No obstante, el sistema colapsó a finales de 2024, cuando la empresa ya no pudo cubrir sus compromisos.
Acusaciones al hotel y la ruptura definitiva
En su relato, Rojas también señala al hotel con el que operaba como responsable parcial de la crisis. Según él, una falla en el área de contraloría permitió el ingreso de pasajeros sin validar correctamente los pagos, lo que elevó la deuda a niveles insostenibles.
Además, asegura que un retraso de tres días en la conversión de divisas provocó que el hotel tomara una decisión unilateral: empezar a cobrar directamente a los clientes. Esta medida, afirma, generó cancelaciones masivas, múltiples reclamos y el colapso final del sistema de reservas de Aventura 56.
Adicionalmente, Rojas reveló que el hotel conocía y aprobaba el uso de un folio único donde se gestionaban los pagos de los clientes, hecho que, según él, compromete la corresponsabilidad de la otra parte.
Perdón y promesas de soluciones
Rojas negó haberse ocultado y explicó que apagó su celular y redes sociales para enfrentar la situación desde lo personal y emocional. Añadió que actualmente está trabajando con asesores legales y financieros para encontrar salidas que permitan responder, al menos en parte, a los afectados.
“Sé que hay familias preocupadas, sueños truncados, planes que quedaron en el aire. Y eso, para alguien que ha entregado todo por esta empresa, duele más que cualquier pérdida financiera”, expresó.
Al final de su mensaje, el empresario ofreció disculpas por no haber actuado a tiempo ni haber comunicado con transparencia lo que estaba ocurriendo. Así mismo, agradeció a quienes le han ofrecido apoyo en medio de la crisis. (Más allá de la trayectoria: cómo elegir bien a los proveedores en tiempos de incertidumbre)
Firmado como “su amigo, Juan Rojas”, el comunicado provocó una ola de rechazo en el gremio turístico. Varias agencias y mayoristas exigieron acciones legales inmediatas y una investigación rigurosa sobre el rol del hotel implicado, calificando el mensaje como insuficiente y evasivo frente a la magnitud del daño causado.
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