Para entender cómo se comportan las personas dentro de las organizaciones es necesario comprender las diferencias individuales. Los gerentes se preocupan por elaborar juicios acerca de la compatibilidad entre personas, tareas y eficacia. Y las características personales, tanto de los gerentes como de sus empleados, afectan notablemente esos juicios. Si no se cuenta con alguna mínima comprensión del comportamiento, las decisiones acerca de quiénes deben desempeñar las tareas en una forma determinada pueden provocar problemas irreversibles a largo plazo.
El gerente debe preguntarse en qué sentido influyen las diferencias de cada empleado en el comportamiento y rendimiento en su puesto de trabajo. Es notable resaltar que algunas de las diferencias y de las disposiciones individuales pueden hacer que una persona tenga un desempeño notablemente mejor que otra.
Estas diferencias individuales influyen también en el entorno, ya que están íntimamente entrelazadas con el trabajo, la familia, la comunidad y la sociedad.
Para comprender el comportamiento se deben tener presentes tres conjuntos de variables que influyen directamente en el comportamiento individual o en lo que hace un empleado, como puede ser: producir resultados, vender o brindar servicios. Estas variables se clasifican en tres conjuntos: individuales, psicológicas y de la organización. Dentro de cada conjunto hay varios subconjuntos, como por ejemplo las variables individuales incluyen las capacidades y habilidades, los antecedentes y las variables demográficas.
El comportamiento del empleado es complejo porque se ve afectado por diversas variables del entorno y por muchos factores, experiencias y sucesos. Las variables individuales, tales como habilidades, percepciones, personalidad y experiencias afectan el comportamiento.
El marco del comportamiento individual se compone del entorno, el individuo, los comportamientos y los resultados.
El entorno laboral:
• Diseño de puestos.
• Estructura de la organización.
• Políticas y reglamentos.
• Liderazgo.
• Recompensas y sanciones.
• Recursos.
El entorno no laboral:
• Familia.
• Economía.
• Ocio y pasatiempos.
El individuo:
• Capacidades y habilidades.
• Antecedentes familiares.
• Percepción.
• Actitudes.
• Personalidad.
• Capacidad para el aprendizaje.
• Edad, sexo y experiencia.
Comportamientos:
• Proceso de pensamiento.
• Comunicación: hablar y escuchar.
• Observaciones.
• Movimiento.
Resultados:
• Desempeño a largo plazo.
• Desempeño a corto plazo.
• Desarrollo personal.
• Relaciones con los demás.
• Satisfacción.
Para poder cambiar cualquier factor psicológico individual se requiere un análisis profundo a conciencia, habilidad, paciencia y comprensión por parte del gerente. De todas formas, no existe ningún método universalmente válido que los gerentes puedan utilizar para modificar las personalidades, actitudes, percepciones o patrones de aprendizaje.
Para poder originar cambios en el comportamiento que redunden en un mejor desempeño, los gerentes tendrán que dedicar más tiempo a la educación, capacitación y creación de un ambiente motivador positivo para los empleados.
Los gerentes deberán determinar cómo lograr que el trabajo sea mejor, más gratificante y estimulante para cumplir con los resultados asociados a la calidad, cantidad y servicio.
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