María Claudia Lacouture: una situación contradictoria

Por el lado interno las autoridades nacionales han dispuesto luz verde para que fluyan los turistas sin molestias ni requisitos distintos a los que ya existían antes de la pandemia, mientras que por el lado externo se mantienen cierres fronterizos y, para el caso colombiano, se emitió una advertencia de viaje desde Estados Unidos, principal emisor de turistas a nuestro país, por el temor a los riesgos que implican el vandalismo y los bloqueos -en este momento más esporádicos pero latentes- y el supuesto descontrol expansivo del covid-19.

Los viajeros internacionales que ingresen a Colombia no deberán presentar prueba PCR negativa, las restricciones son mínimas para la circulación de personas, aunque las recomendaciones siguen siendo importantes para el uso de pasabocas, guardar las distancias, evitar las aglomeraciones y mantener los espacios aireados y limpios. Incluso Migración Colombia ofrece a los viajeros internacionales el servicio de registro previo mediante la aplicación check-Mig.

En general, el ambiente hoy en el país es pro turismo, confiando a los destinos el manejo adecuado de las medidas preventivas y a los operadores las precauciones necesarias y la comunicación requerida, lo que hay que reconocer y aplaudir. Sin embargo, continuamos con el desafío de incrementar el número de turistas internacionales, en especial los de Estados Unidos, que gastan más y suelen tener estancias más prolongadas.

¿Qué podemos hacer con el nuevo travel warning de Estados Unidos si la posibilidad de nuevas manifestaciones se mantiene latente? ¿Será posible que los promotores de las protestas entiendan que parte de la solución a los problemas del país es que la industria aumente su dinamismo y se reactive el turismo lo antes posible?

Para los colombianos que viajan al exterior una buena noticia es que la vacuna de Sinovac comienza a ser admitidas también en Europa después del visto bueno de la OMS, lo que da mayor certeza sobre el proceso de vacunación de nuestro país, teniendo en cuenta que ha sido la de mayor aplicación en todo el territorio nacional.

Esta situación contradictoria nos lleva a nuevos retos: una coordinación permanente y congruente entre el sector público y el privado en cuanto a la comunicación y a la promoción (dirigida a los turistas que reconocen las bondades de una experiencia diversa como es la que ofrece Colombia), optimizar los protocolos de bioseguridad, facilitar el flujo de entrada y salida, estar más conectados dentro de la industria, más acertadas en la comunicación.

Y más expeditos con los pendientes, como es la regulación para permitir el regreso de cruceros internacionales, un sector que, por cierto, está pidiendo pista para arribar a nuestros puertos, sin que les demos señales de que se expedirán los permisos para que lleguen, pese a que ya existe programación reservada para agosto. Es otra contradicción que mientras buscamos más aerolíneas para que vengan, los cruceros quieren venir y no los dejamos.