Si bien cada hotel es un mundo particular, hoy en día el objetivo pasa por distinguirse y exaltar el propio carácter. Todo esto, aunado a la sostenibilidad, característica con la que el sector está más comprometido en mantener y evolucionar.
Cabe mencionar que el atractivo de cada sitio, por supuesto, también está sujeto al entorno donde se ubique, pues no es lo mismo un hotel de ciudad a uno campestre, y mucho menos a uno de playa. De ahí, entonces, los muebles y elementos con los que se decore el establecimiento hotelero jugarán un papel principal, en el que la resistencia en el tiempo -sin perder la funcionalidad ni la armonía-, así como la transmisión de identidad, serán el eje transversal para captar los nuevos públicos, que buscan sobriedad y experiencias auténticas.
Hoy en día son más frecuentes los espacios llenos de luz natural, la instalación de paneles solares, los productos de aseo y limpieza artesanales, o también los muebles hechos con maderas reutilizables, entre otros aspectos que pretenden conectar a los clientes con la sostenibilidad, el ahorro y la responsabilidad social. No en vano los hoteles que tienen en su ADN el manejo eficiente del agua y la energía, además de promover las competencias laborales de los miembros de la comunidad en la que se encuentran, son más valorados y con una alta probabilidad de recompra.
Entre los ejemplos sobresalientes de hotelería de diseño se destaca The Artisan D.C. Autograph Collection, una marca de categoría económica de Marriott Hotels International. La manufactura de todos sus muebles están hechos 100% a mano, exaltando el encanto de la tradición artesanal. Estantes de libros antiguos, un lounge tipo "speakeasy bar" y habitaciones con detalles clásicos propios de las casas de la abuela, hacen parte del concepto. En el Artisan D.C. cada textura invita a observarse y palparse; además, se percibe de manera intensa el olor a madera y cuero, convirtiendo la experiencia en un verdadero deleite.
En Montería (Córdoba), GHL aterrizó en 2015 con un "hotel museo" que, a través de su decoración, asientos, mesas y escritorios, entre otros elementos, también resalta los valores del destino: la cultura, la literatura, el paisaje, el folclore y la diversidad de la región como protagonistas constantes de cada rincón.
Asimiso, el Hotel Xcaret México, que abrirá sus puertas en diciembre de este año, es otro ejemplo de proyecto ecoturístico inspirado en tradiciones y hospitalidad características del territorio mexicano. Sus espacios contarán con alrededor de 1.000 obras bordadas por artesanos de los altos de Chiapas, más de 900 piezas de ónix, lámparas hechas a mano, junto con azulejos realizados artesanalmente en Guadalajara, por mencionar algunos detalles que se ajustan con su entorno. De hecho, será la primera propiedad hotelera del país que contará con la certificación EarthCheck en Planeación y Diseño.
Una forma de conexión con la sostenibilidad y la cultura local
Las nuevas directrices en diseño interior para el sector de la hospitalidad se están ciñendo a un modelo que hace honor a la simplicidad, en conjunción con elementos ecoamigables, incentivando así el trabajo de la comunidad, fusionando los espacios internos con los externos, y personalizando las habitaciones enfocadas al bienestar. Todo ello para anticipar el producto a las exigencias de la nueva generación de viajeros.
UNIFICANDO ESPACIOS.
Más allá de sacar provecho a sus localizaciones geográficas, arquitectos y diseñadores coinciden en que los hoteles deben fluir entre sus espacios interiores con los exteriores, sin desdibujar, claro está, la delgada línea entre los servicios exclusivos para los huéspedes y aquellos valores agregados abiertos al público en general.
Luego, la representación cultural en todas las áreas del hotel, con un concepto honesto, simple y experiencial, es ahora el común denominador. A esto se suman piezas rústicas y sofisticadas como caídas de agua, jardines interiores y muebles que van de lo retro a lo contemporáneo o urbano industrial.
Este propósito va encaminado a que las personas disfruten de todos los espacios sociales del hotel, donde encontrarán áreas de coworking, música en vivo y todo lo necesario para crear nuevos vínculos con otros huéspedes o simplemente trabajar con la máxima comodidad. De hecho, desde la entrada ya está integrado el lobby, con áreas privadas para reuniones y restaurantes. El business center ya no es tan habitual, como tampoco una sala de juntas, pues en cualquier parte se pueden realizar dichos encuentros empresariales.
En el Courtyart by Marriott Bogotá Airport, por ejemplo, pensado para satisfacer la demanda de los millennials, se disponen de zonas integradas y dinámicas, terrazas al aire libre, áreas especiales de trabajo e interacción. Allí son famosos los "Media Booths", espacios icónicos de la marca, conectados al lobby, donde los huéspedes pueden trabajar y reunirse con clientes, y tener acceso a toda la conectividad necesaria para proyectar, descargar o imprimir cualquier archivo. Entre su constructora e interiorista decidieron imprimirle una sensación de hogar; que cada rincón fuera cómodo y cálido, pero a la vez muy tecnológico.
LAS MEZCLAS.
Crear ambientes que transmitan frescura es uno de los grandes retos de los interioristas para cualquier segmento. No obstante, en hotelería, siempre hay una paleta de colores y materiales que logran este cometido entre blancos, verdes, rosados y negros, junto a materiales como metales y cobres. En cuanto a telas, se recomienda una amplia gama cromática, con tejidos naturales que pueden ser linos y terciopelos de algodón, por mencionar algunos tipos de fibras vegetales. Además de telas vinílicas y papeles decorativos retardantes al fuego.
Para alcanzar esos aspectos acogedores, donde el huésped siente serenidad gracias a la naturaleza en un entorno urbano, se puede pensar en las plantas de interior, que de manera sutil contribuyen a tener conciencia ecológica. Combinar muebles actuales con artefactos antiguos es otra manera de impactar con la estética del lugar.
HABITACIONES WELLNESS.
Los viajeros frecuentes y entusiastas del ejercicio como un estilo de vida tienen ahora más alternativas al interior de las habitaciones. Tal es el caso de las propiedades de Even Hotels, marca de InterContinental Hotels Group (IHG), cuyos cuartos están equipados con mobiliario pensados para mantener a sus huéspedes activos, con una alimentación sana y un descanso placentero. Zonas y sillones para hacer ejercicios, además de videos con rutinas especiales, conforman la oferta enmarcada por un diseño moderno.
Una propuesta similar se encuentra en las "Five Feet to Fitness" de Hilton, que no sólo incorporan equipos para el rendimiento físico sino que, además, cuentan con sillas de meditación y cortinas oscuras que permiten reparar el sueño. Estas habitaciones incluyen una bicicleta de interior, una estación dinámica de entrenamiento funcional con aparatos y accesorios de entrenamiento, complementadas por cursos particulares mediante videos con rutinas que van desde cardio hasta yoga.
Se trata de una apuesta que se está replicando en todo el mundo para motivar a los huéspedes a cuidar y mejorar su calidad de vida a través de la actividad física. Además, cada pieza decorativa y tipo de mueble influyen de manera sugestiva.
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