Vinalium cuenta con presencia en el 95% de los mejores restaurantes del país, así como en clubes sociales y la hotelería de lujo, una industria que busca constantemente nuevas tendencias y salirse de las marcas tradicionales, bajo una buena relación precio-calidad.
El universo de los vinos en un solo lugar
Con ocho años en el mercado, Vinalium se ha posicionado como un proveedor de referencia de vinos, licores y artículos relacionados.
Los vinos de producción familiar, pequeños proyectos o llamados bodegas boutique, así como producciones orgánicas y biodinámicas, vienen creciendo con más fuerza cada día. Actualmente la compañía cuenta con productos de bodegas como Viña Koyle, de Chile; Chakana, de Argentina; y Bodegas Otazu, de España; las que trabajan bajo políticas amigables con el medio ambiente, y que son distribuidos directamente por un equipo de profesionales en diferentes ciudades del país, como Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena, Santa Marta, Barranquilla, Villavicencio, Bucaramanga, entre otros.
De acuerdo con Harry Mateus, fundador de la marca, cada año varía la selección de vinos: “Lo ideal es revisar novedades, pues refrescar la carta siempre es atractivo para el comensal”. Y agregó que lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de comprar una botella de vino es ver qué condiciones de almacenaje tuvo, que la añada (año en el que fueron recolectadas las uvas) del vino corresponda al tipo de vino que se compra. Así, por ejemplo, si es un vino joven debe tener un año máximo entre el año de la etiqueta y el año en que se compra; mientras que un vino de guarda debe lograr una estructura equilibrada entre las variedades que lo componen, su graduación alcohólica, el nivel de acidez, la carga tánica, etc. Todo incide en su capacidad para envejecer.
Otros de los servicios que Vinalium tiene a disposición son: organización de catas, cenas maridaje, talleres de capacitación, regalos corporativos, eventos de experiencia en torno a los vinos y licores especiales.
LA COMPAÑÍA IDEAL.
La versatilidad en maridaje es enorme. El muscat blanco de Viña Koyle marida muy bien con platos vegetarianos, ensaladas y guisos de verduras. De la misma bodega, un vino de cepa cinsault tinto originario del valle de Itata en Chile, marida a la perfección con el cerdo magro o, si se quiere ser más atrevido, con un buen plato de lechona. Una variante de esta cepa es el cinsault Rosé, ideal para maridar sushi, pescados crudos, langostinos, calamares y saltados al wok.
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