Colombia implementa un plan integral de seguridad turística orientado a responder a los desafíos reales que enfrentan los destinos turísticos en materia de delitos, percepción de seguridad y protección de los visitantes. Esta estrategia contempla la ampliación operativa de la Policía Turística, la creación de una red nacional de prevención y el fortalecimiento de capacidades técnicas y humanas, así como la articulación interinstitucional con entidades públicas y gremios del sector.
Este es el ambicioso plan de Colombia para garantizar un turismo más seguro
Colombia refuerza su seguridad turística con más Policía Turística, formación especializada y un sello oficial para proteger a los viajeros.
La Policía Turística de Colombia se capacita en atención multicultural y bilingüismo para mejorar la experiencia de visitantes nacionales e internacionales.
Actualmente, el país cuenta con cerca de 1.000 policías turísticos, cifra que se proyecta aumentar a 1.100. Estos efectivos serán desplegados en zonas de alta afluencia bajo criterios técnicos, considerando necesidades locales y capacidad logística, con el objetivo de optimizar la presencia y respuesta institucional en los principales destinos turísticos.
Cabe resaltar que el plan incluye una fase clave de profesionalización del personal, con énfasis en bilingüismo y atención multicultural, en respuesta al perfil de los turistas internacionales que visitan el país —se estima que el 27% provienen de Estados Unidos y Europa—. Para ello, se ampliará la capacidad formativa de la Escuela de Protección, se actualizarán los perfiles del personal y se adoptarán herramientas tecnológicas orientadas a la guianza, la atención inclusiva y la accesibilidad al ciudadano.
Entre las novedades, destaca el desarrollo de un software propio de seguridad turística, que permitirá integrar en tiempo real a todos los actores de la red, desde autoridades locales hasta operadores turísticos.
Red de seguridad, sello oficial y trabajo interinstitucional
Una de las principales apuestas del plan es la Red Nacional de Seguridad Turística, que integrará a operadores, autoridades locales y cuerpos de seguridad bajo los lineamientos del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (Ley 1801). Esta red busca proveer condiciones mínimas de seguridad y convivencia a través de la prevención, sin recurrir a sanciones.
Por otro lado, las empresas del sector que cumplan con los estándares definidos recibirán un sello oficial de seguridad turística, respaldado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y la Policía Nacional. Este distintivo ofrecerá a los visitantes, tanto nacionales como extranjeros, una garantía de condiciones seguras y confiables en sus experiencias de viaje.
Así mismo, el fortalecimiento de alianzas internacionales, como la cooperación con el FBI y Migración Colombia, ha sido clave. Un ejemplo es el uso de los formularios TAC-Forms en aeropuertos, que permitieron detectar amenazas durante la pasada Semana Santa.
No obstante, uno de los principales desafíos sigue siendo el bajo nivel de denuncias por parte de los turistas, lo que genera un subregistro que limita la capacidad de reacción, a pesar de la existencia de canales virtuales habilitados por la Policía Nacional para reportar incidentes.
Resultados regionales: avances y contrastes
Los resultados del plan han sido mixtos en distintas regiones del país. En Santa Marta, se logró una disminución significativa de hurtos a personas y robos de celulares. Sucre reportó reducciones totales en hurtos en 10 playas ecoturísticas. En contraste, Barranquilla experimentó un aumento del 100% en hurtos a personas.
En Cartagena, se reforzó la vigilancia en puntos críticos como Bocagrande, Getsemaní y La Boquilla, mientras que en La Guajira, aunque se registró un aumento en hurtos, se redujeron los casos de extorsión, con presencia policial activa en zonas como Palomino, Cabo de la Vela y Riohacha.
En total, se activaron más de 60 frentes de seguridad en departamentos turísticos, y se establecieron rutas seguras como Magia del Caribe, Ruta Andina y Voz de Acordeones, contribuyendo a una movilidad turística más protegida.
Corresponsabilidad, sostenibilidad y cultura ciudadana
La estrategia parte del principio de corresponsabilidad, promoviendo la participación activa de gremios, autoridades locales y operadores turísticos en comités y consejos de seguridad, con el fin de construir soluciones colaborativas.
Se fomenta una vigilancia preventiva y pedagógica, especialmente dirigida a operadores pequeños con recursos limitados, a través de jornadas de socialización sobre requisitos legales. Paralelamente, en alianza con el Ministerio de Educación y la Policía Ambiental, se adelantan campañas de sostenibilidad, cultura ciudadana y protección del entorno natural.
Finalmente, se robustecen los programas Guardianes del Turismo, una iniciativa que involucra a jóvenes y adultos como promotores del turismo responsable y biodiverso, reforzando el compromiso ciudadano con la conservación del patrimonio y la convivencia.