“No disponemos de una cartera sustancial de pedidos del A380 y, por tanto, no hay una base que sustente su producción.” Con estas palabras pronunciadas el 14 de febrero pasado por Tom Enders, CEO de Airbus, quedaba sellado el futuro del avión que se propuso revolucionar la industria aerocomercial. Fue, claro está, un final esperado.
Poco tiempo antes, Air France y Qantas habían anunciado la suspensión de varias órdenes de compra, mientras que Emirates, la mayor operadora de A380 en el mundo, hizo lo propio sobre un pedido de 39 aeronaves. Desde 2005 a la fecha, Airbus acumuló 57 contratos anulados. Los elevados costos operativos del “súper jumbo”, alimentados por crecientes valores del petróleo, resultaron un cóctel letal para la aeronave.
Lanzado en abril de 2005 con la finalidad de alimentar rutas de largo alcance y mucha demanda, especialmente en Asia y Medio Oriente, el A380 puede transportar entre 550 y 850 pasajeros -según la configuración elegida por la aerolínea– con un alcance de 14.800 km. A enero pasado, Airbus contaba con 313 pedidos y 234 entregas concretadas. El objetivo de vender 700 unidades quedaba muy lejos.
Vale recordar que a su rival Boeing no le fue mucho mejor con la nueva generación del B-747. La versión 8 Intercontinental, presentada a fines de 2005, registró muy baja aceptación. En julio de 2017 Korean Air recibió el último equipo de un total de 47 construidos.
Con estos antecedentes queda claro que el futuro de los vuelos largos pasa por los birreactores, más pequeños, eficientes y respetuosos del medio ambiente. Como los B-777 y B-787 de Boeing o los A330 y A350 de Airbus.
Pero lo cierto es que a los pasajeros les encanta el A380 por sus espaciosas cabinas y suavidad de vuelo. Ni que hablar de Emirates, que lo hizo su avión insignia equipándolo con suites privadas en First Class, lujosos bares y hasta duchas. De todas formas, a estas aeronaves les espera una larga vida: la aerolínea de Dubái afirmó que “seguirán siendo nuestro pilar”. Todavía debe recibir 14 equipos (la línea de producción cerrará en 2021).
Emirates le compensó a Airbus las 39 órdenes caídas por la compra de 40 equipos A330neo y 30 A350 por un monto de US$ 21.400 millones.
A todo esto, pasó casi por alto que casi en simultáneo con el réquiem del A350, se cumplió el 50 aniversario del primer vuelo de un jumbo jet. Fue el 9 de febrero de 1959, cuando desde Nueva York partió hacia Londres un B-747/100 con los colores de Pan American. Desde entonces se fabricaron cerca de 1.500 unidades, hay 500 operativas y se vendieron 3.500 boletos para viajar en ellos, la mitad de la población global.
Con tremendo antecedente, todo hace suponer que en los cielos habrá A380 para rato.
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