El Hotel Palms de Las Vegas marca un nuevo hito en el mundo de la hotelería: ofrece la suite más cara del mundo. Se trata de la Empathy Suite, de dos pisos y más de 800 m2, con un bar propio para 13 personas, dos habitaciones principales con camas California King, lounge, microcine, comedor para nueve personas, dos salas de masajes, gimnasio, terraza privada con espectaculares vistas, servicio de mayordomo las 24 horas y servicio de automóvil con chofer, entre otros servicios premium. Y, lo más relevante: cuenta con varias obras originales del controvertido artista británico Damien Hirst, entre ellas algunas de tiburones sumergidos en formol, una de sus expresiones más recurrentes.
La tarifa es de US$ 200 mil por una estancia mínima de dos noches, aunque puede ser gratuita para los apostadores que dispongan de US$ 1 millón o más en crédito del casino del establecimiento.
Las extravagancias continúan… pero antes veamos el contexto y concepto general del Palms. En 2016 este casino y resort fue adquirido por los hermanos Frank y Lorenzo Ferrita, quienes llevaron a cabo una renovación completa, lo que demandó una inversión cercana a los US$ 620 millones. Desde un principio tuvieron una idea bien clara: fusionar el concepto de hotel de lujo con el arte contemporáneo. Así, comenzaron por instalar la obra “Lo desconocido (Explorado, Explicado, Explotado)” de Hirst.
Asimismo, en el restaurante Zcotch 80 Prime se exhiben obras de Andy Warhol y Jean Michel Basquiat (y cuenta con una colección de whiskies valuada en US$ 3 millones). Mientras que en el Green St. Kitchen los comensales no solo se deleitan con sus fabulosos platos, sino también con el exquisito toque del artista callejero Banksy: la obra central “Policías Sonrientes Panel I”.
Pero el plato fuerte es, sin dudas, la mencionada Empathy Suite, dedicada íntegramente a Hirst, quien no sólo la intervino con sus obras, sino que también colaboró con el estudio Bentel & Bentel en el diseño de los muebles, las alfombras y otros detalles, como un botiquín de diamantes.
“Convirtió toda la habitación en una obra de arte”, señaló Lorenzo Ferritta, en relación a Hirst. Y aseveró que existe un mercado para este tipo de propuesta: “Son personas que buscan una experiencia única, organizar un evento, presumir un poco o tener la mejor experiencia posible en Las Vegas”.
“Empezamos con una idea general: los almohadones, la barra del bar, el empapelado; y todo se fue dando como en una avalancha… Me gusta cuando una persona entra en una sala y dice `wow´. Eso es lo que se necesita con el arte: que esté en la cara y después desaparezca”, comentó Hirst, y explicó que la suite se llama así porque pretende que “sientas empatía cuando estás en ella”.
En la suite predominan los tonos plata, cromo y el mármol gris, mientras que los toques de color están dados por algunas cápsulas de píldoras, el botiquín de diamantes y vinilos en forma de mariposas.
Tal como asevera un comunicado oficial, esta es la primera y la única suite en exhibir una colección de arte contemporáneo a esta escala. Y aunque desde el Palms prefirieron no profundizar sobre el costo de la misma, de acuerdo a un cálculo de Bloomberg se sabe que solo US$ 10 millones corresponden a las obras de arte, tomando como referencia que uno de los animales en formol de Hirst se vendió hace poco tiempo en US$ 4 millones, y que la pintura de una mariposa de menor tamaño que la que se encuentra en la habitación fue subastada el año pasado en Sotheby’s por US$ 614 mil.
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