REFLEXIONES AL CIERRE

1 El trabajo en hotelería es extenuante, pero cuando se ama lo que se hace, se hace menos pesado. Los líderes podemos aportar salario emocional y buen trato. Ofrecemos actividades grupales diferentes a los temas técnicos, detalles que podemos dar cuando la operación está al tope, como un refrigerio o un pequeño regalo. También les ayudamos con lo que está a nuestro alcance, sin valor económico, pero que los hace sentir valiosos como personas.

2 Lo más importante y que se debe enseñar a los colaboradores es el orden, pues se optimiza el tiempo y se entregan las responsabilidades en el plazo señalado. A los empleados se les pueden brindar talleres de atención al detalle y memorización, a fin de realizar un trabajo óptimo y eficiente.

3 Como operación, podemos ahorrar con la eficiencia en el uso de los insumos. Hay que capacitar al personal con los proveedores de los productos, quienes ofrecen charlas de manera gratuita con el propósito de que los productos se usen con la dilución correcta. Asimismo, debemos entregar los recipientes adecuados para la utilización de cada producto, con el objetivo de evitar el desperdicio. Todo esto complementado con una concientización ambiental para utilizar los recursos ambientales de manera eficiente y amigable con las generaciones venideras.