IATA presentó y elaboró, junto al Laboratorio de Sistemas de Transporte Aéreo del University College London (UCL), el Grupo de Acción de Transporte Aéreo (ATAG), el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) y la Asociación Misión Posible (MPP), una revisión comparativa de las vías de transición de emisiones netas de CO² de la aviación.
IATA elabora un reporte mirando al Net Zero
En su cruzada por el turismo sostenible, el SAF y las emisiones cero, IATA elaboró un informe donde compara “hojas de ruta”.
Esta es la primera publicación que compara un total de 14 hojas de ruta líderes para la transición de CO² neto cero en la aviación. “El informe tiene como objetivo proporcionar una ‘ventanilla única’ para que las aerolíneas, los formuladores de políticas y todas las partes interesadas de la aviación comprendan mejor las similitudes y diferencias clave entre las diversas hojas de ruta y sus visiones para lograr emisiones netas de carbono cero para la aviación para 2050. Específicamente, el informe compara las hojas de ruta seleccionadas en términos de su alcance, supuestos clave, demanda de energía de la aviación modelada, respectivas emisiones de CO² y el potencial de reducción de emisiones de cada palanca de mitigación (nuevas tecnologías aeronáuticas, combustibles sin carbono, SAF y mejoras operativas)”, explica IATA.
IATA y un paneo que aporta
A partir de lo relevado, los posibles caminos hacia cero emisiones netas de CO² para 2050, “difieren significativamente dependiendo de los supuestos clave de los autores sobre cómo pueden evolucionar las tecnologías y soluciones de descarbonización. Dependiendo de estos supuestos, el papel resultante de determinadas palancas en la descarbonización de la aviación será más o menos importante”.
“Todas las hojas de ruta suponen que los combustibles de aviación sostenibles (SAF) serán responsables de la mayor cantidad de reducciones de CO² para 2050. El papel de los SAF varía entre el 24% y el 70% (con un valor medio del 53%). Esta amplia gama refleja las incertidumbres respecto de la posible acción gubernamental de apoyo, el nivel de inversiones, el costo de producción y el potencial de ganancias, así como el acceso a las materias primas”, prosigue el análisis.
Por otra parte, IATA espera que las mejoras en tecnología y eficiencia operativa tengan un papel similar en la transición neta cero en todas las hojas de ruta, contribuyendo en conjunto a aproximadamente el 30% de la reducción de emisiones en 2050 en todos los escenarios.
La comparación de las hojas de ruta
“El ahorro de emisiones estimado gracias a los aviones propulsados por hidrógeno y baterías varía mucho según las hojas de ruta, dependiendo de si se adopta una fuerte política prohidrógeno y de si se produce una rápida caída de los precios de las energías renovables, lo que permitirá una adopción más rápida de las tecnologías basadas en electricidad”, dice IATA.
“Para lograr cero emisiones netas de CO² en 2050, casi todas las hojas de ruta globales sugieren que el sector de la aviación necesitará ayuda de medidas basadas en el mercado y remociones de carbono para abordar las emisiones residuales en 2050. Incluso si las tecnologías de eliminación de carbono se consideran una como medida de mitigación ‘del sector’, todavía es urgente y crítico desarrollar estas tecnologías, ya que el CO² será necesario como materia prima para producir combustibles de conversión de energía a líquido (PtL)”, continúa el informe.
Marie Owens Thomsen, vicepresidenta senior de Sostenibilidad y economista jefe de la IATA, consideró que “la revisión comparativa de las vías de transición de la aviación con cero emisiones netas de CO² demuestra que existen múltiples palancas que se pueden utilizar en diferentes combinaciones para lograr el objetivo de descarbonizar la aviación para 2050. Todas estas palancas serán necesarias en la transición de la aviación. Si bien el impacto de cada uno varía según las hojas de ruta, todas las hojas de ruta esperan que la mayor descarbonización en 2050 provenga de los SAF. Este informe proporciona a las aerolíneas, los responsables políticos y todas las partes interesadas una herramienta útil para analizar y mejorar sus políticas, inversiones y opciones comerciales. Es particularmente importante para SAF, donde se necesita un apoyo fuerte y urgente de políticas públicas para aumentar la producción. Sin eso, ninguna versión de las hojas de ruta nos permitirá alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050”.
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