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"Si los establecimientos no siguen los protocolos, no podrán operar"

En diálogo con La Agencia de Viajes Colombia, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, explicó algunos de los protocolos que los establecimientos deben seguir para operar.

El mundo ha cambiado. Las comidas en restaurantes, los paseos en parques, las compras en el centro comercial, la manera de llegar a los destinos, e, incluso, los abrazos se convirtieron en un pasado distante, y la posibilidad de retornar en una amenaza letal.

Frente a esta realidad innegable, reinventarse es la única opción posible para subsistir. Cambiar la manera de interactuar con los demás, de cuidar el entorno, de comprar, comer, limpiar y trabajar. Este último punto ha sido esencial para aquellos que debieron suspender sus operaciones para proteger la salud de todos. ¿Cómo volver a operar sin convertirse en un riesgo?

Para responder a esta pregunta, desde La Agencia de Viajes Colombia hablamos con Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, quien manifestó que los protocolos de bioseguridad son la respuesta para volver al trabajo.

“Hay cosas que llegan para quedarse. Hace 19 años, con el atentado a las Torres Gemelas, los protocolos de seguridad en los aeropuertos se endurecieron y así se quedaron. Eso mismo pasará con el coronavirus. Los cambios en la manera de trabajar no serán solo por ahora. Los establecimientos deben saber que si no se involucran definitivamente en estos protocolos, no van a poder operar y mantener su negocio. El punto número uno es la conciencia y la disciplina que se adquiera para el manejo de protocolos”, expresó Cabal.

¿CÓMO DEBEN SER LOS PROTOCOLOS DE BIOSEGURIDAD?

Estos protocolos de bioseguridad —que ha trabajado Fenalco, de la mano de Cotelco, Acodrés y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo— tienen dos ejes fundamentales: la higiene y el distanciamiento social. Asimismo, su aplicación es transversal a la operación de los establecimientos y empresas, sobre todo del sector Horeca y Turismo. ¿Qué implica esto? Que desde el primer momento en que se recibe a un cliente hasta después de su partida se debe estar pensando en la higiene, desinfección y salud.

“Es fundamental un control al ingreso a los locales, que mida la temperatura de las personas, además de un proceso de desinfección que garantice el cuidado individual y colectivo. Será fundamental la indumentaria de los trabajadores, que incluye tapabocas, guantes, caretas, además del distanciamiento en las zonas de cocina y servicio”.

Asimismo, en los restaurantes y hoteles se debe considerar reducir el aforo para garantizar el necesario distanciamiento social. En los restaurantes, es posible que deba ser entre el 40% y 50% para que haya suficiente espacio entre mesas. Asimismo, la atención a los clientes y proximidad debe cambiar; lo que implica la implementación de medios tecnológicos para los pedidos, como tablets o chats.

Por su parte, en los hoteles, aunque no será necesario controlar el aforo en las habitaciones, si se debe controlar en las áreas comunes y fortalecer los procesos de limpieza en todas las etapas de la estadía.

En el turismo, Cabal asegura que muchos de estos protocolos llegaron para quedarse. “Quizá la industria del turismo es la que más va a tener que adoptar los protocolos permanentemente si queremos que despegue. Tendrá que convivir con unos protocolos muy rigurosos”.

Es probable que en los aeropuertos, cuya seguridad ya es fuerte, ahora se implementen protocolos de bioseguridad, como túneles de desinfección, mediciones de temperatura y test de covid-19 rápidos. Asimismo, se necesitará distanciamiento social en las filas y las salas de espera. Sin mencionar las medidas que las aerolíneas deberán implementar en sus aviones para proteger a los pasajeros, que todavía no se han definido.

LOS OBSTÁCULOS

A pesar de ser necesarios, la implementación de estos protocolos no es sencilla. Implica una importante inversión en suministros, tecnología y establecer cambios que no todos los establecimientos pueden aplicar.

“Entre más exigencia haya, más tecnología se necesita. Seguramente un restaurante podrá implementar termómetros electrónicos, pero en hoteles y aeropuertos se necesitará más herramientas. Y esto necesita tecnología, que es costosa”.

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