En abril de 1962, la Fuerza Aérea Colombiana creó Satena con el propósito de conectar lugares prácticamente perdidos en la geografía colombiana. La sorpresa no solo fue que la iniciativa perduró en el tiempo, sino que verdaderamente conectó regiones con una historia de violencia muy enraizada. En la actualidad, continúa actualizando su flota, diseña nuevas rutas e incluso recibe el apodo de ‘la aerolínea de la paz'.
De acuerdo con Juan Carlos Gutiérrez Pedraza, director comercial de la aerolínea, Colombia atraviesa un momento en el que se respira un aire diferente en torno a la seguridad. Por eso, el turismo doméstico presenta una importante proyección en estos momentos.
Pero puede que haya más factores. Las garantías del gobierno nacional y la promoción exponencial que crece entre los actores turísticos del territorio, también inciden en que el turismo doméstico crezca y al mismo tiempo fortalezca regiones a las que solo llegan aerolíneas como Satena.
Los números también son reveladores. Tan solo en 2015, Satena transportó más de 1 millón de pasajeros y en 2016 una cifra similar, con un índice de ocupación del 76% promedio en el último año. Para 2017 se espera la implementación y fortalecimiento de nuevas rutas como Bogotá-Puerto Asís, Villavicencio-Mitú, Cali-Ipiales, Puerto Asís-Ipiales y Villagarzón-Leguízamo.
¿ES SATENA REALMENTE ‘LA AEROLÍNEA DE LA PAZ'?
Al ser la primera -y casi la única- aerolínea en llegar al Pacífico y a la Amazonía, Satena lidera un mercado inexplorado con cientos de posibilidades para el etnoturismo y el ecoturismo. Tan solo entre el público que se transporta a los parques nacionales, ya existe un sector fuerte que incrementa en compañía de mayoristas y touroperadores locales.
Sumado a esto, que existan aerolíneas interesadas en consolidar una oferta de rutas da como resultado una dirección alentadora para el turismo en el marco del posconflicto.
Temas relacionados