El Black Cow es el primer vodka del mundo cuya base es la leche de vaca. Su creador es Jason Barber, un granjero de West Dorset (Inglaterra), quien lo elabora a partir del suero que se descarta cuando se preparan los quesos, el que se procesa y se destila a través de un alambique de cobre.
La bebida tiene un 40% de graduación alcohólica, textura suave y cremosa, y sabor final a pimienta y limón.
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