Roma pondrá límite de visitantes a uno de sus espacios más emblemáticos: el ayuntamiento de la ciudad ha aprobado definitivamente una tarifa de acceso a la Fontana di Trevi, una decisión muy criticada por la oposición y por los turistas, aunque en muchas grandes capitales de Europa están adoptando la misma decisión para frenar la presión del turismo masivo.
Roma cobrará 2 euros por entrar en la Fontana di Trevi
A partir del 7 de enero de 2026, la ciudad limitará el acceso al monumento; el dinero servirá para “autofinanciar el mantenimiento” de la Fuente.
Roma aplicará una entrada de dos euros a La Fontana di Trevi, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
A partir del 7 de enero de 2026, los visitantes que deseen acceder al área más próxima al monumento deberán abonar dos euros, según ha anunciado el Ayuntamiento de la capital de Italia.
La medida responde a la "necesidad de ordenar uno de los puntos más concurridos de la ciudad". La Fontana di Trevi, convertida en parada obligada para millones de viajeros, recibe cada año una afluencia que supera los diez millones de personas, una cifra "difícil de gestionar en un espacio urbano de dimensiones reducidas".
El consistorio romano considera que el control de accesos permitirá mejorar la seguridad, reducir la congestión y proteger un entorno sometido a un desgaste constante por el "auge del turismo de masas en la capital italiana".
Roma permitirá ver el monumento, pero para acercarse y tirar monedas habrá que pagar
El nuevo sistema se apoyará en un control físico de entradas que limitará el acceso directo al perímetro donde tradicionalmente los visitantes se concentran para fotografiar la fuente o lanzar monedas.
Aunque el monumento seguirá siendo visible desde el exterior, la experiencia de acercarse a la lámina de agua quedará reservada a quienes cuenten con el pase correspondiente. La iniciativa se integra en una estrategia más amplia de turismo sostenible con la que Roma busca compatibilizar su papel como destino global con la conservación de su patrimonio histórico.
El impacto del turismo en la Fontana de Trevi va más allá de la saturación visual. Cada año se recogen alrededor de 1.500 kilos de monedas arrojadas por los visitantes, una tradición profundamente arraigada que genera una logística compleja en términos de limpieza y mantenimiento. Estos fondos, que se destinan a proyectos sociales gestionados por Cáritas Roma, seguirán teniendo el mismo fin, independientemente de la introducción de la tarifa de acceso. (El Jubileo 2025 llena Roma: crecen las reservas en un año marcado por el cambio de Papa)
¿Qué hará Roma con el dinero obtenido de las entradas?
Desde el Ayuntamiento se calcula que el nuevo modelo podría generar en torno a 20 millones de euros anuales. Según fuentes municipales, estos ingresos se reinvertirán íntegramente en la conservación de monumentos, la mejora de servicios turísticos y la protección del espacio público, una prioridad creciente en una ciudad que sufre de forma recurrente los efectos de la masificación.
Asimismo, se está estudiando la aplicación de exenciones o tarifas reducidas para residentes, centros educativos y personas con movilidad reducida, con el objetivo de no penalizar el uso local del patrimonio.
Temas relacionados


