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Relación entre Colombia y Estados Unidos se redefinirá bajo la administración de Donald Trump

Colombia enfrentará retos y oportunidades en 2025 con el gobierno de Trump, centrado en comercio, seguridad e inversión, además de agroindustria y turismo.

La segunda administración de Donald Trump al frente de Estados Unidos trae consigo un panorama de cambios profundos en las relaciones bilaterales con Colombia. Con un enfoque transaccional y proteccionista, este gorbieno plantea desafíos en comercio, seguridad e inversión, pero también abre puertas a oportunidades estratégicas para sectores clave de la economía colombiana.

Según Santiago Marroquín, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), la relación con Estados Unidos bajo Trump estará marcada por la negociación directa y los intereses comerciales.

“Temas como narcotráfico, migración y seguridad estarán intrínsecamente ligados al avance de acuerdos comerciales, incluido el Tratado de Libre Comercio (TLC). En este contexto, la comunicación entre los presidentes Petro y Trump será clave para evitar tensiones y consolidar avances”, señaló.

Desafíos de una relación transaccional

Adaptarse al estilo transaccional de Trump será uno de los principales retos para Colombia. La política proteccionista de la nueva administración, que prioriza el interés comercial sobre el multilateralismo, requerirá un enfoque estratégico en la negociación de acuerdos y en el fortalecimiento de mensajes claros desde el gobierno colombiano.

“La dinámica con el gobierno Biden era completamente diferente. Ahora, la relación estará más enfocada en resultados concretos y ligados a temas sensibles como narcotráfico y migración. El reto para Colombia será entender esa lógica y responder de manera efectiva”, explicó Marroquín.

Además, mantener la confianza de los inversionistas será crucial en 2025. De acuerdo con Marroquin, la incertidumbre jurídica y los cambios en las reglas de juego han frenado tanto la llegada de nueva inversión como el crecimiento de la existente.

“La inversión necesita reglas claras. Sin ellas, no solo no crece, sino que corre el riesgo de retirarse”, advirtió.

Oportunidades estratégicas entre Estados Unidos y Colombia

A pesar de los desafíos, la relación con el Gobierno Trump también ofrece oportunidades significativas para Colombia. Sectores como el agroindustrial podrían experimentar un crecimiento notable.

“Según un estudio de AmCham Colombia, las exportaciones agroindustriales hacia algunos destinos de Estados Unidos podrían aumentar hasta un 250%. Cada estado tiene características económicas únicas, y eso abre nichos importantes para nuestros productos”, destacó Marroquín.

El turismo también se perfila como un motor potencial para el desarrollo económico. Aunque no puede reemplazar los ingresos minero-energéticos, Colombia tiene un enorme potencial gracias a su biodiversidad y atractivos turísticos.

“Hay que trabajar en estas joyas turísticas para captar más viajeros y dinamizar la economía del sector”, subrayó.

Otro punto destacado por Marroquín fue el impacto del proteccionismo hacia otros países, como México, que podría beneficiar a Colombia.

“Los aranceles que Trump planea imponer a México, del 25%, representan una oportunidad para nosotros. Colombia podría suplir parte de la producción que México no logre desarrollar, posicionándonos como un socio comercial estratégico”, explicó.

Un llamado a la acción

Para capitalizar estas oportunidades, Colombia debe pasar de la planeación a la ejecución, aprovechando al máximo el TLC y desarrollando estrategias claras para atraer inversión y fomentar exportaciones.

“El 2025 será un año decisivo. Si no actuamos con rapidez, corremos el riesgo de repetir los mismos resultados de 2024, pero en un escenario mucho más complejo. La relación con nuestro principal socio comercial está en proceso de transformación y debemos estar preparados para adaptarnos a los nuevos tiempos”, concluyó Marroquín.

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