La Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodrés), expresó su preocupación por la imposibilidad de garantizar empleos ante la pandemia e hizo un llamado a arrendadores y Fedelonjas a mantener sus sanas relaciones comerciales, construidas por años.
Según expresó el gremio en un comunicado: “la realidad económica actual, ubica a la industria gastronómica con cero ingresos por venta directa, canal que representaba el 75% de la facturación de los negocios. El 80% de la industria no cuenta con capacidad para reinventarse y prestar el servicio de domicilios; y los que prestan hoy ese servicio, solo alcanzan ventas promedio equivalentes al 12% de los ingresos anteriores a la crisis, realidad sobre la cual tenemos que ajustar las estructuras de costos y gastos para sobrevivir”.
Por ello, tras la expedición del Decreto 579 y las declaraciones del Presidente de la República en los que afirma que visualiza cerrados los restaurantes mientras persista la pandemia, para el gremio el único escenario que les permita subsistir es un acuerdo entre arrendadores y arrendatarios a la luz de la realidad económica de los últimos, que implica el pago de cánones de arriendo variables, expresados como un porcentaje de la venta y pagaderos mes vencido.
“El futuro del negocio de restaurantes en Colombia depende de la racionalidad de los arrendadores frente a la realidad económica. De no existir esta racionalidad, se desencadenará una inevitable desocupación masiva de locales, liquidación masiva de compañías y de todo el personal de nuestra industria, una de las grandes generadoras de empleo e ingresos en el país”, expresó la agremiación.
Acodrés también recordó que el acceso a nuevos créditos bancarios ha sido mínimo y para muy pocas compañías de la industria gastronómica, por lo que en caso de que no se reduzca el arriendo de manera significativa, se podría generar la liquidación masiva de personal.
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