Hace algunas semanas, el trade turístico del país sufrió un remezón administrativo por cuenta de una decisión del banco Itaú, que dio por terminado su acuerdo con Anato para proveer a agencias de viajes de cuentas corrientes onshore en moneda extranjera. De esta manera, las empresas que contaban con este tipo de producto se quedan sin una herramienta para poder cobrar a sus clientes por paquetes turísticos tarifados en dólares o euros y pagar a sus proveedores en el exterior. Todo lo anterior, sin jugar con la volatilidad de la tasa de cambio.
CUENTAS EN DÓLARES. ¿Y ahora qué?
Incertidumbre ha causado en las agencias de viajes la decisión del banco Itaú de cerrar su cartera de cuentas corrientes en moneda extranjera. Profundizamos sobre varias posibles alternativas a esta coyuntura que supone uno de los principales retos para el sector en los meses por venir.
Aunque el banco no argumentó de manera clara las razones que lo llevaron a cerrar las cuentas unilateralmente, se especula que la decisión obedece a malos manejos que algunas agencias dieron a estas carteras, más aún si se considera el hecho de que no todas las cuentas fueron canceladas.
“El problema del asunto va en que ese dinero en efectivo que reciben las agencias, mayoristas y representantes puede venir de lavado u otros aspectos ilegales. Aunque la recepción de efectivo ha sido históricamente aceptada por la cadena turística, ese riesgo siempre ha existido, y por eso los bancos han tomado la decisión de no tener este portafolio de manejo de divisas, no solo para agentes de viajes sino para todos sus clientes. Ésta es una política institucional y ellos tienen todo el derecho de tenerla o no”, aseguró Jorge Müller, presidente ejecutivo de Mundial de Cruceros.
Éste fue un punto de discusión candente en la pasada Asamblea General de Anato, donde las agencias le expresaron al gremio su preocupación por lo que la medida significa para el futuro del sector. En diálogo con La Agencia de Viajes Colombia, Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de la asociación, informó que ha venido realizando una gestión con diferentes entidades financieras, y ya tendría propuestas sobre la mesa que se han socializado con las agencias.
La falta de cooperación de las entidades financieras colombianas ha colocado el futuro de las cuentas en dólares –y la estabilidad que brindan a las agencias– en un limbo y, si bien hay soluciones, el gremio no posee un plan B para continuar ofreciendo el servicio a sus agencias de viajes asociadas.
El banco aún no ha cancelado la totalidad de las cuentas en dólares. “Nuestros contactos en el banco nos han indicado que el cierre no aplica a nuestra organización. De llegar a confirmarse, desde luego no solo nos impactará a nosotros, sino a la industria en general”, aseguró Juan Carlos Camacho, gerente de la mayorista Travel Depot.
De hecho, al cierre de esta edición, la página web de la entidad aún ofrece la posibilidad de abrir cuenta corriente en moneda extranjera a diversos tipos de cliente, incluidas las agencias de viajes y turismo; aunque se rumora que el producto podría ser descontinuado por completo eventualmente.
Esta decisión pone a las agencias, mayoristas y minoristas, que mueven sus transacciones en efectivo con moneda extranjera en una encrucijada. Aunque las agencias no tienen claridad sobre el camino a seguir, las alternativas a esta situación son diversas.
¿CUÁL ES EL PROBLEMA?
Sin esta cuenta, las agencias no podrán cobrar a sus clientes productos en dólares, por lo que estos últimos pierden un medio de pago que podía resultar en ahorro para ellos. Además, el envío de dinero a los proveedores extranjeros se debe hacer a través de transferencias bancarizadas, que se originan en pesos colombianos y se negocian en el mercado cambiario, por lo que se arriesga una porción de las ganancias en el comportamiento volátil de las tasas de cambio.
El primero de los afectados es el cliente final, quien pierde la posibilidad de pagar sus viajes con tarifa en dólares comprando la divisa en casas de cambio. Esta opción es preferida por muchos pasajeros, debido a que la tasa de la casa de cambio es generalmente más amigable que la TRM del día, la cual es ofrecida por los bancos para pagos electrónicos o transferencias bancarizadas. De esta forma, el pasajero logra ahorrar dinero en el precio total de su viaje.
Por ejemplo, suponiendo que el pasajero compra un paquete de US$ 1.000. A la TRM del día, que para la fecha de redacción de este texto se sitúa en $ 3.274,30, el valor del paquete en pesos será de $ 3.274.300. Para esta misma fecha, el dólar en casas de cambio se negocia para la venta, en promedio, a $ 3.010, por lo que el paquete sería de un total de $ 3.010.000. Incluso, si se pagara el 2% de fee bancario por transacción en efectivo, el total ascendería a $ 3.070.200, lo que igual representa un ahorro con respecto a la liquidación en la TRM.
La pérdida de la opción de ahorro es, quizás, irremediable para el cliente final. Pues en todos los escenarios se elimina el pago en efectivo y, junto con él, su ahorro en el tipo de cambio. De igual forma, la agencia minorista también pierde un método de pago. Así las cosas, la estrategia de comercialización se queda sin uno de sus argumentos de venta y debe diversificarse para compensarlo.
Otro gran damnificado es el turoperador, quien ya no podrá asegurar el valor de la divisa en el tiempo. Ahora, el mayorista deberá operar en el mercado con tarifas en dólares cuya conversión a pesos oscila varias veces en el día. Otra solución implicaría replantear su esquema financiero e implementar la tarificación en pesos colombianos, operando así a riesgo con el mercado de divisas internacional.
“Estamos revisando el impacto de la medida con el área financiera, porque queremos saber cómo las consignaciones en dólares y las transferencias al exterior nos podrán afectar. Aún no tenemos una posición oficial sobre cuáles serán las afectaciones”, aseguró Zoraida Cedeño, directora de Agencias de PriceTravel.
Por su parte, Daniel Arenas, director comercial de Mayorplus, puntualizó: “Lo que está pasando es realmente grave para los turoperadores mayoristas, pues la cuenta en dólares es supremamente importante en nuestra economía. ¿Cómo le voy a pagar a mis proveedores en el exterior? Estamos pensando cómo hacerlo si no podemos consignar dólares en ningún banco”.
OPERACIÓN EN PESOS COLOMBIANOS.
Ésta es, quizás, la solución más sostenible en el tiempo, tanto para el vendedor como para el cliente. Si se hace correctamente, el cliente final podrá entender fácilmente su tarifa con un precio fijo en su moneda de uso diario; a la vez que el agente puede vender paquetes más fáciles y no arriesgar sus ganancias en la volatilidad del mercado cambiario. Sin embargo, para muchos agentes de viajes, este tipo de operación representa un riesgo financiero alto que no se puede asumir de buenas a primeras.
La operación en pesos colombianos supone un problema si se asume el modelo simple de ofrecer el paquete en dólares y cobrarlo a la TRM del día. “Colocar los precios de los productos en pesos y trabajar diariamente a la TRM es difícil, porque no se puede jugar con precios estables a corto o mediano plazo y es imposible sostenerle a un cliente una cotización, porque el valor a pagar cambia todos los días”, resaltó Arenas.
En esta misma línea opinó Sandra Rivera, directora de Mayoreo de Bestravel Service, quien puntualizó: “Una alternativa es el cobro de tarifas en dólares a la TRM del día, pero esto afectaría las ventas, por lo que tendríamos que encontrar algún tipo de solución con nuestros proveedores. Sin embargo, hasta el momento nuestra cuenta sigue activa”.
Una solución es hacer uso del sistema financiero y de la asesoría bancaria para poder avaluar los paquetes en pesos colombianos con una tarifa fija.
Akira Travel es una mayorista que se ha especializado en la venta de paquetes en pesos colombianos con tarifas fijas, un modelo que ha facilitado su comercialización. Para Juan David Naranjo, director operativo de la mayorista, ésta es una línea de negocio rentable que se basa en una sana planeación financiera.
Un modelo popular de negociación de tasa de cambio a través de los bancos es la operación forward, que busca minimizar el riesgo cambiario en operaciones de comercio exterior.
“Esto no es algo que inventamos nosotros. El forward deal es un modelo financiero utilizado por empresas importadoras y exportadoras para hacer y recibir pagos desde hace mucho tiempo. A las agencias les da miedo que la negociación les resulte en pérdida por la volatilidad del mercado cambiario, pero la realidad es que esto es un problema de asesoría. Si se maneja bien, con la ayuda y los cálculos correctos, es un modelo rentable”, señaló Naranjo.
El modelo forward implica, en primer lugar, adquirir una obligación financiera con fecha de vencimiento fija y futura con un proveedor extranjero. Una vez se contrae la obligación, se presenta la vigencia al banco, quien fijará, bajo modelos de proyección financiera, un valor fijo en pesos para ese pago, indistinto del comportamiento de la divisa. Cuando se ha contratado la operación, se puede establecer una tarifa en pesos colombianos con un valor que no variará en el tiempo.
Una contra de este modelo es que requiere arriesgarse a contratar bloqueos con anticipación, pues se adquiere la deuda antes de poder negociar el cambio. Es así como los modelos de proyección de ventas deben ser precisos, pues, aunque no se venda, la obligación se debe saldar y no se podrá modificar.
LA ERA DE LA BANCARIZACIÓN.
OTAs y agencias de viajes corporativas son las menos afectadas por esta coyuntura, pues son empresas que han utilizado el sistema financiero como intermediario y, como tal, siempre han operado a la TRM del día. “Para una agencia corporativa, a la cual la mayoría de sus clientes les paga con tarjeta de crédito, el impacto es mínimo. Para nosotros la solución es precisamente implementar que se pague todo con tarjeta de crédito”, aseguró Andrés Monguí, presidente de BCD Travel.
El electrónico se ha abierto camino como el principal medio de pago en la industria de los viajes a nivel global, con varias entidades, como American Airlines, que ya han anunciado el cierre de sus pagos en efectivo para la mayoría de sus transacciones. Esta solución no elimina la especulación con los precios en moneda extranjera para el pasajero. Sin embargo, cuando éste usa su tarjeta de crédito, da por sentado que juega con el tipo de cambio como una variable que le dicta su banco, no la agencia a la que le está comprando. De paso, al usar la intermediación de los bancos, la tarifa por dólar en los pagos electrónicos recibidos por la agencia está garantizada.
De la misma forma, los pasajeros colombianos cada vez más están adquiriendo financiación a través de la banca para viajar. El desembolso de este dinero se hace en pesos colombianos, tomando como referencia el precio del paquete en dólares liquidados a la TRM del día. En ocasiones, el dinero es transferido directamente a la cuenta de la agencia que efectúa la venta si ésta tiene convenio con el banco.
Este tipo de pagos elimina por completo el uso de dólar o euro en efectivo, por lo que el uso de cuentas en moneda extranjera para el depósito se hace innecesario cuando se reciben pagos bancarizados.
Por otro lado, entidades financieras como Bancolombia poseen la cartera de tarjeta de crédito en dólares, que sirven para que se hagan pagos a proveedores en esta moneda, la cual se carga a la tarjeta en esta divisa para luego cancelar la deuda en efectivo en la oficina del banco.
OTRAS ALTERNATIVAS.
La discusión está abierta. La agremiación y sus asociados, particularmente del Capítulo Mayoristas, se encuentran trabajando para encontrar una solución. Los agentes esperan que el sistema financiero responda favorablemente con un portafolio de producto que se pueda utilizar.
“Si la opción se cierra de forma definitiva, seguramente los bancos plantearán alguna otra opción que le permita a la industria el manejo de divisas”, destacó Camacho. Por su parte, algunas empresas ya han iniciado negocios con otras entidades de manera exitosa. “Existen otras entidades que ofrecen el producto, aunque con condiciones diferenciales de comisión y costos. Sin embargo, operaremos una cuenta con GNB Sudameris que nos ofreció un portafolio útil y nos solucionó el inconveniente a la negociación de divisas que, bajo ninguna circunstancia, iba a ser bueno para nosotros”, indicó Müller.
Otra solución sugiere volver a un modelo empleado hace años, en el que se abre una cuenta offshore en dólares para transferir el dinero en pesos colombianos y asegurar el dinero en moneda extranjera en el exterior, para luego de allí transferir al proveedor. Una desventaja de este esquema es el incremento de costos por transferencias internacionales y por la intermediación bancaria.
Por el momento, mayoristas y agencias con cuentas activas podrán seguirlas usando de manera normal. Aquellas con cuentas canceladas deberán diversificar su esquema económico y reinventarse con alguna de estas soluciones, u otras que estén disponibles, al menos temporalmente.
EL PROBLEMA DE LA TRM
De acuerdo al Índice de Volatilidad de Bloomberg, el peso colombiano fue la moneda emergente más volátil con respecto al dólar durante 2017, por lo que las inversiones en dólares pueden perder o ganar valor de una manera dramática con el paso de los días. Estas medidas tienden a la devaluación, toda vez que el año pasado un dólar costaba $ 2.800 mientras que hoy se cotiza por encima de los $ 3.200. Dada la constante fluctuación de la moneda, resulta importante encontrar una medida que no especule con el mercado y permita tener una tarifa sostenida, fácil de entender y de cambiar.
BUEN MANEJO DE CUENTAS EN MONEDA EXTRANJERA
Aunque Itaú no destaca las razones por las que efectuó el cierre de las cuentas, llama la atención de que no todas las carteras fueron canceladas. Es un secreto a voces que este tipo de productos financieros se ha prestado para malos manejos por parte de agencias y mayoristas. “En la Asamblea se expresó que el sistema financiero estaba en alerta porque en nuestro país se mueven dineros ilícitos y los bancos no se van a prestar para movilizar fondos de actividades ilegales”, reveló Arenas. Aunque las actividades turísticas no son irregulares, las transacciones en dólares sin el debido soporte llevaron al banco a cerrar las carteras de manera preventiva. Las malas prácticas de agencias de viajes con estas cuentas incluyen, entre otras, envío de dinero a personas naturales en el exterior, irregularidad en el pago de proveedores, ingreso de dólares en efectivo para retirarlos en pesos colombianos a una tasa más alta y recibir dólares sin soporte de compra legal o consignaciones de billetes falsos.
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