Hasta 45 grados de temperatura se registraron esta semana en España (en el sur del país, en Andalucía), según la agencia española de meteorología (AEMET). Suele ser normal que en verano haga calor, pero no a este nivel. Y es que Europa sufrió en los últimos días (y seguirá sufriendo, al menos, en las próximas dos semanas) una asfixiante ola de calor.
Por ejemplo, en Italia, gobiernos regionales decretaron la prohibición de trabajar en las horas puntas del día (cuando más temperatura registran las calles) y zonas turísticas de Roma amplían los horarios de sus monumentos para que más personas puedan visitarlos esquivando las horas centrales, a partir del mediodía.
Pero la pregunta que muchos se hacen es: ¿qué afectaciones concretas están registrando los países europeos por culpa de esta ola de calor? Sin irnos del país italiano, en ciudades como Roma, Emilia Romaña, Bolonia o Florencia, las autoridades locales cancelaron muchas actuaciones o visitas turísticas por las altas temperaturas.
Según la patronal hotelera (Federalberghi), algunos viajeros optaron ya por cancelar sus viajes debido a las alertas meteorológicas y empresas de actividades turísticas en destinos observan cómo los clientes se reducen o llegan a última hora de la tarde.
Y es que las altas temperaturas también pueden representar un riesgo para la salud de los turistas, especialmente aquellos que no están acostumbrados a las bajas temperaturas como los alemanes o británicos.
Según expertos del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio, el cambio climático y las olas de calor podrían amenazar el liderazgo turístico de España, Italia, Francia y otros destinos turísticos en Europa.
De hecho, el organismo advierte de que, si siguen aumentando la media de temperaturas en Europa, los monumentos y el resto de actividades turísticas en el continente podrían cerrarse por temporadas. De hecho, los propios turistas serán los que, paulatinamente, evitarían esta zona o reducirían sus actividades por el día, buscando sombras o sitios climatizados.
Las instituciones preparan sanciones
Por el momento, esta ola de calor dejó al menos 40 fallecidos en todo el continente por golpes de calor, la mayoría personas de avanzada edad o trabajadores al aire libre. Y precisamente para impedir estos trágicos sucesos, los organismos públicos ya empiezan a multar a las empresas que no protejan a sus trabajadores.
La última en hacerlo fue la Dirección General de Trabajo de la Comunidad de Madrid, quien ordenó esta misma semana la paralización del centro de handling de Ryanair en el aeropuerto Madrid-Barajas por incumplir medidas de prevención relacionadas con las altas temperaturas.
En concreto, la resolución explica que esta acción abarca los trabajos de empuje y remolque de aeronaves con el equipo 'push-back' en el centro de trabajo de la aerolínea en el aeropuerto de la capital. Algo con lo que Ryanair no está de acuerdo, aunque anuncia que implementará medidas para revertir la situación.
Todo sea para prevenir sustos por el calor, y más cuando parece que esta situación anómala, por culpa del cambio climático, acabará siendo cada vez más habitual.
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