Con gran expectativa por parte de las autoridades uruguayas aterrizó en el Aeropuerto de Carrrasco en la mañana del 16 de mayo el primer vuelo de Avianca procedente de Bogotá. Con el habitual bautizo a chorros de agua, como manda la tradición aérea, la llegada del Airbus 319 de 120 sillas marcó la realización de una vieja aspiración de los uruguayos, como lo mencionó el ministro de Transporte de ese país, Víctor Rossi, en la rueda de prensa que presidió el aterrizaje.
"Este vuelo nos facilita la conectividad con una región que se hacía muy lejana. Pensamos que se va fortaleciendo el sistema de conexiones que Uruguay tiene con la región y particularmente con América Latina", apuntó Rossi, quien estuvo acompañado por Carlos Fagetti, director de Turismo de Uruguay; Silvia Mosquera, vicepresidenta ejecutiva de Ventas, Mercadeo e Ingreso de Avianca; y Rosalicia Arango, directora comercial de Avianca para Suramérica y el Caribe.
Sin duda una importante comitiva, que obedece a la trascendencia de la operación: el nuevo vuelo es el resultado de un prolongado trabajo entre las autoridades aéreas de los dos países, además de una apuesta estratégica de la aerolínea colombiana destinada a fortalecer el hub del Aeropuerto El Dorado de Bogotá como emisor de pasajeros a Uruguay y viceversa.
De acuerdo con Carlos Fagetti, que tiene a su cargo la política turística de Uruguay, cada año llegan al país suramericano de 25 mil a 30 mil colombianos (principalmente en el vuelo de Avianca entre Lima y Montevideo), con lo cual el nuevo servicio de Avianca se convierte en una gran oportunidad de incrementar el tráfico pues elimina una conexión de varias horas por un trayecto directo de menos de seis horas. "Para los uruguayos es muy importante la conectividad directa. Nosotros somos receptivos de más de 3 millones de turistas todos los años y pensamos que ahora en adelante muchos colombianos nos van a visitar, porque también desde acá pueden llegar a Buenos Aires. O sea, todos van a ganar", apuntó Fagetti.
AVIANCA. Bogotá y Montevideo, ahora conectados con vuelo directo
Con un vuelo diario entre Bogotá y Montevideo a bordo de un Airbus 319, Avianca continúa fortaleciendo su hub en el Aeropuerto El Dorado. Además de abrir un nuevo destino para los colombianos, la operación permitirá a los uruguayos conectar con el Caribe, Norteamérica y Europa vía Bogotá.
¿QUÉ DICE AVIANCA?
De acuerdo con Silvia Mosquera, este nuevo vuelo (así como el de Boston que se inaugura en junio) forma parte del plan de expansión de Avianca en sus tres hubs (Bogotá, Lima y San Salvador). "El vuelo nos permite conectar a Uruguay no sólo con Bogotá y Colombia, sino con todas las rutas que ofrece Avianca desde su hub en El Dorado, y se suma al que ya existía entre Montevideo y Lima en donde hemos transportado en los últimos años más de medio millón de pasajeros con factores de ocupación muy altos", dijo Mosquera.
Para Rosalicia Arango, directora comercial de Avianca para Suramérica y el Caribe, el nuevo vuelo representa una gran oportunidad de crecer la demanda a destinos que hoy no están servidos a través de Lima; es el caso de Aruba, Curazao, San Juan de Puerto Rico, Barbados, Los Ángeles, Washington, Madrid y Barcelona, entre otros. En total, el emisivo uruguayo tiene a disposición 3.190 vuelos semanales desde y hacia 23 ciudades en Colombia, siete en Norteamérica, 12 en Suramérica, 13 en Centroamérica, México y el Caribe, y tres en Europa.
HACIA EL SUR.
La conexión de Avianca abre las puertas a un nuevo destino con grandes y diversos atractivos, no solo para las agencias de viajes colombianas sino para los enormes mercados emisivos de Norteamérica y Reino Unido. "Ellos son 3 millones de habitantes y al año están recibiendo 3 millones de turistas. La única manera de incrementar el tráfico receptivo es a través de un vuelo que traiga personas de diferentes partes del mundo como lo hace Avianca. Lo que queremos entonces es capturar ese tráfico que baja principalmente desde Norteamérica", explicó Arango.
En total, son 7.440 sillas entre los dos países que servirán a pasajeros de todo el continente en un vuelo que conecta estratégicamente el Río de la Plata con el extremo norte de los Andes.
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