El 31 de mayo pasado Satena realizó nuevamente el trayecto Bogotá-Ipiales-Bogotá. Cincuenta y seis pasajeros arribaron a la ciudad nariñense a bordo de un Embraer 170 luego de 50 minutos de recorrido. La pista de 2.500 m. donde aterrizó la aeronave recibió trabajos de ampliación y renovación a lo largo de un año y ocho meses, con una inversión que alcanzó los $ 48 mil millones.
Inicialmente, la "aerolínea de la paz" contará con dos frecuencias semanales, los martes en la ruta Bogotá-Ipiales a las 5.27 e Ipiales-Bogotá a las 8.04; y los domingos con salida de Bogotá a las 7.25, e Ipiales-Bogotá a las 9.07. Esta iniciativa abre un abanico de posibilidades para que nacionales y extranjeros conozcan y descubran las múltiples riquezas culturales, gastronómicas y turísticas del departamento de Nariño.
Fue así como Satena organizó un fam trip para periodistas colombianos con el objetivo de que además de conocer la ruta, tuvieran un acercamiento directo a los encantos de un territorio poco explorado en Colombia. Con llegada a la capital de Nariño en el itinerario Bogotá-Pasto de las 5.25 del lunes 30 de mayo, los viajeros realizaron una visita al Batallón de Infantería N° 9 Batalla de Boyacá donde fueron recibidos por autoridades locales. Luego de una charla que expuso el listado de las razones por la cuales el departamento es un foco turístico que lastimosamente no ha sido promocionado como debiera, los visitantes recorrieron la ciudad hacia la hermosa La Cocha, una majestuosa laguna que reposa tranquila entre las montañas. A bordo de una lancha, el sol y cielo despejados fueron una grata compañía en una zona donde la lluvia y la nubosidad son el pan de cada día.
Luego de una visita a la isla La Corota y posterior traslado a Ipiales, el martes 31 de mayo los invitados asistieron al Aeropuerto San Luis para recibir el primer vuelo de la reapertura de la ruta de Satena desde Bogotá, seguido del acto protocolario donde Camilo Romero, gobernador de Nariño; el mayor Pedro Ignacio Lozano Quinche, presidente de la aerolínea; el obispo de Ipiales, periodistas y demás invitados de honor, fueron protagonistas de la apertura oficial de la ruta. "Estamos trabajando para que el avión ATR opere aquí y podamos tener esa capacidad de ofrecer mayores frecuencias. Esperamos que haya un buen mercado y que la región responda a la operación", afirmó Lozano.
Satena se ha constituido como la punta de lanza que conecta regiones apartadas donde el ecoturismo puede ser la proyección para que los turistas conozcan lugares espectaculares de la geografía colombiana. "Seguiremos uniendo estas regiones con las capitales de departamentos", añadió el titular de la compañía.
El viaje incluyó además un recorrido por el santuario Las Lajas para luego regresar a Pasto y disfrutar un poco de historia, cultura y gastronomía con visitas a la iglesia San Juan, a la galería café Casa Pilares y a Capitán Nirvana para degustar el tradicional "hervido", una bebida alcohólica caliente hecha con aguardiente y jugo de fruta.
Satena retomó operaciones del vuelo Bogotá-Ipiales
Luego de un año y ocho meses, Satena volvió a operar la ruta Bogotá-Ipiales-Bogotá. A bordo de un Embraer 170, la "aerolínea de la paz" regresó a esta zona de Nariño, donde recorrió los 2.500 m. de la nueva pista del San Luis de Ipiales.
PASTO E IPIALES.
La completa ocupación del vuelo inaugural Bogotá-Ipiales le permitió a la aerolínea invitar a los periodistas a disfrutar de un día de turismo en Pasto.
Con su llegada a la capital nariñense el lunes festivo, los viajeros pudieron conocer detalles de una inexplorada región del país que paso a paso brinda incontables riquezas por descubrir.
Conocida como "La ciudad sorpresa de Colombia", realmente Pasto atrae por esquinas donde aún vibra la historia y se colorean los cielos azules con el encanto cultural de aquella que también apodan "la ciudad teológica".
Con recorridos guiados por Jesús Cabrera, gerente de Ríos de Aventura y apasionado historiador, los visitantes fueron envueltos por el encanto de los paisajes nariñenses y adentrados en un ayer reconstruido por las palabras de Cabrera.
Trasladados al final del día por carretera hasta Ipiales, "la ciudad de las nubes verdes" o "colcha de retazos", como llaman al efecto visual que, vista desde lejos, produce la parcelación agrícola en las montañas andinas, Nariño continuaba sorprendiendo a los visitantes. Una vez en Ipiales, el viaje continuó por sus carreteras para observar la majestuosa y bien empotrada en las montañas Catedral de Las Lajas, recorrido por la zona a bordo del teleférico y posterior traslado al barrio "El Charco", donde en cada cuadra se pueden encontrar uno de los principales manjares de dicha tierra, "el cuy", roedor usado como plato fuerte en celebraciones especiales.
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