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Alza del dólar y aranceles de Estados Unidos cambian el rumbo del turismo en Semana Santa

El alza del dólar y los nuevos aranceles de Estados Unidos generan dudas entre viajeros colombianos y amenazan el turismo emisivo en Semana Santa.

El pasado 5 de abril entró en vigencia el aumento de aranceles por parte de Estados Unidos a una serie de productos colombianos, con gravámenes que llegan hasta el 10%. Esta decisión comercial encendió las alarmas no solo en el sector exportador, sino también en el financiero, debido a su estrecha relación con la reciente alza en la tasa de cambio.

Aunque el dólar se había mantenido estable durante varios meses, entre los $4.100 y $4.200, la moneda estadounidense superó los $4.400, lo que representa un incremento de más de $200 en pocos días.

Uno de los factores que explican esta devaluación del peso colombiano es la reducción en la oferta de dólares producto de la caída en las exportaciones. Si bien el petróleo, el carbón y el oro (principales rubros de exportación) no están incluidos en la medida, sectores como confecciones, flores y productos agrícolas sí se han visto afectados, impactando la entrada de divisas al país.

En ese sentido, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, señaló que el 30% de las exportaciones colombianas podrían verse comprometidas con esta nueva política comercial.

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Por su parte, María Claudia Lacouture, exministra de Comercio, Industria y Turismo y actual presidente de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), advirtió que el impacto será inmediato.

"Colombia requiere actuar con diplomacia, sí, pero también con pragmatismo, firmeza y visión estratégica. Además, la alianza con empresarios estadounidenses es clave para resolver esta coyuntura y evitar que escale", expresó.

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Turismo: entre oportunidades y tensiones

El sector turístico ha comenzado a sentir los efectos del contexto económico actual, especialmente de cara a la temporada alta de Semana Santa. El incremento en la cotización del dólar encareció los viajes internacionales para los colombianos, lo que ha provocado una desaceleración en el turismo emisivo. En consecuencia, muchos viajeros están reconsiderando sus destinos y optando por alternativas más accesibles, ya que la fluctuación de la tasa de cambio impacta directamente en sus decisiones.

En cuanto al flujo de turistas hacia Estados Unidos, los expertos coinciden en que no solo el aumento de los costos, sino también la incertidumbre diplomática entre Colombia y EE. UU., están influyendo en la decisión de los viajeros. Además, los aranceles impuestos a productos colombianos generan una percepción de riesgo, lo que disminuiría el flujo turístico hacia ese destino.

A este escenario se le suma un entorno migratorio restrictivo en Estados Unidos, con políticas más estrictas para la obtención de visas y un control más riguroso en los procesos de entrada. Esta intensificación de las normativas migratorias genera preocupación entre los potenciales turistas colombianos, quienes se sienten desincentivados por las dificultades adicionales para acceder al país.

Sin embargo, esta coyuntura también podría beneficiar al turismo receptivo, ya que un dólar fuerte convierte a Colombia en un destino más atractivo y económico para los turistas internacionales. Los expertos señalan que la devaluación de la moneda local incentiva a los viajeros a elegir países como el nuestro. De igual manera, este escenario beneficiaría al turismo interno, ya que, ante el encarecimiento de las opciones internacionales, los colombianos optarían por explorar más su propio país.

Tendencias y preferencias de los viajeros en Semana Santa

A pesar del incremento en la cotización del dólar, las agencias de viajes reportaron un balance positivo durante la temporada de Semana Santa 2025. Según la más reciente encuesta de Anato, el 49% de las agencias consultadas registraron un aumento en sus ventas respecto al mismo periodo del año anterior, con incrementos que oscilaron entre el 1% y el 31%.

Este comportamiento evidencia una demanda resiliente, aunque con un giro en las preferencias de los viajeros. Muchos colombianos, como se mencionó anteriormente, optaron por destinos nacionales o internacionales no dolarizados, como Perú, México, República Dominicana o España en un intento por mitigar el impacto del alza del dólar. Asimismo, los destinos de sol y playa en Colombia, como San Andrés, Cartagena y Santa Marta, ganaron protagonismo frente al encarecimiento de los viajes a Estados Unidos.

En respuesta a esta coyuntura, las agencias de viajes adaptaron sus estrategias comerciales, priorizando paquetes promocionales dentro del país y ofreciendo opciones de pago más flexibles. Esta dinámica favoreció la consolidación del turismo interno como una alternativa más accesible y una oportunidad para dinamizar la economía local. Todo esto ocurre mientras el Gobierno colombiano aún no concreta una negociación bilateral que permita frenar la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, algo que otros países ya han hecho y ha surtido efecto, ni contener el alza sostenida del dólar.

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