La cadena GMH abrió el debate frente a temas coyunturales en los que los empresarios del sector se han visto limitados y sin respuesta alguna por parte de las autoridades. Alejandro Morales, vicepresidente de la firma hotelera, fue el vocero encargado de evidenciar varios de estos puntos. El primero de ellos tiene que ver con las dificultades que experimentan en la construcción por falta de suelos y que pone en riesgo el plan de expansión de la hotelería, particularmente en Bogotá y Bucaramanga: "No hay que desestimar la situación porque ya hay efectos en el valor de los proyectos como consecuencia de la falta de predios disponibles para elevar nuevas construcciones, situación apremiante para inversionistas hoteleros y operadores".
Sin embargo, aclaró que hay otros cascos urbanos donde la situación es normal y permiten vislumbrar crecimiento, como es el caso de Medellín y Barranquilla. En esta última la compañía desarrolló el bh Barranquilla, junto con las firmas De&De y GCA.
Sobre el marco tributario, el empresario pidió al Gobierno moderar la carga impositiva (que superan el 70%, sin contar salarios y servicios públicos, entre otros aspectos) para las empresas que están en condiciones precarias, ya que quedan expuestas al cierre o cambio de actividad. "Si el Ejecutivo no replantea el régimen tributario para las empresas, incluida la hotelería, la recuperación económica no será viable porque muchas factorías prefieren adelgazarse, frenar compras de innovación y tecnología, o lo que es peor: dar el paso hacia la informalidad, donde no hay controles, ni impuesto de renta, ni tarifas supremamente elevadas que semejan más un castigo que un estímulo", enfatizó.
Morales tampoco ahorró críticas para la última reforma que, en sus palabras, "le puso palos en la rueda al crecimiento y a la dinámica empresarial porque cambió los pagos parafiscales que financiaban el SENA y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), por el indeseado impuesto sobre la renta para la equidad CREE, que resultó mucho más oneroso y complejo".
Otro problema reseñado fue el de la informalidad, a la que Morales calificó de "Sanandresitos de la hotelería", entendido como una amenaza para los que están legalmente constituidos. "Es urgente hacerle seguimiento a muchos sitios que ofrecen servicios hoteleros y en donde se evaden obligaciones tributarias, fiscales y contractuales sin que nada ocurra en materia de aplicación de la ley o el ejercicio de la autoridad", declaró el empresario. Y continuó diciendo que "ahora cualquier casa o apartamento se alquila o se vende como servicio hotelero, haciendo parte de una competencia desleal que impacta a la hotelería formal".
Morales sostuvo, además, que en un sitio de Bogotá una persona renta su apartamento por US$ 75 diarios, más US$ 15 por concepto de aseo y otros servicios; es decir que gana más de US$ 105 sin pagarle un peso al Estado y perjudicando la actividad legal de los hoteleros.
Finalmente, se refirió al encarecimiento del dólar, afirmando que esta situación no fue tan favorable. Dijo, con visible molestia, que "tristemente los hoteleros no aprovechamos la coyuntura de una divisa fuerte. Fuimos tan estúpidos que, en lugar de aprovechar la devaluación bajamos las tarifas en pesos, a diferencia de la hotelería 5 estrellas, que mantuvo sus tarifas en dólares".
“La escasez de suelo pone en peligro la expansión hotelera”
El vicepresidente ejecutivo de Germán Morales e Hijos (GMH), Alejandro Morales, hizo un llamado a las autoridades competentes para poner las reglas claras del juego en materia de suelos, impuestos e informalidad dentro del gremio.
FUENTE: la-escasez-de-suelo-pone-en-peligro-la-expansion-hotelera
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