El Salón Aeronáutico de París ha abierto sus puertas este lunes en el aeródromo de Le Bourget con la atención puesta en las proyecciones de crecimiento de la aviación comercial y en la tensa competencia entre los dos grandes fabricantes del sector: Airbus y Boeing.
Sede de Boeing en Washington (Estados Unidos).
Ambas compañías han presentado estimaciones coincidentes en torno a la expansión del mercado aéreo en los próximos años. Y las cifras producen auténtico mareo: se prevé que la demanda mundial de aviones aumente en torno a un 30% para el año 2030, impulsada especialmente por la actividad en países en vías de desarrollo en Asia, África y Oriente Medio. Estas zonas experimentan una rápida urbanización, un crecimiento sostenido de la clase media y una necesidad creciente de conectividad aérea.
Las aerolíneas necesitarán 43.000 nuevos aviones hasta 2045
Airbus ha señalado que el tráfico de pasajeros medido en kilómetros recorridos crecerá a una media anual del 3,6%, lo que, según sus cálculos, se traducirá en la necesidad de incorporar más de 43.000 nuevos aviones en las dos próximas décadas.
Boeing, por su parte, estima una cifra muy similar: 43.600 aeronaves de aquí a 2044. El fabricante estadounidense ha subrayado que gran parte de esta demanda provendrá de aerolíneas que buscan modernizar su flota y responder a la presión por reducir emisiones.
Boeing sigue arrastrando una crisis reputacional por los supuestos fallos de seguridad reigstrados
Pese al tono optimista de las previsiones, la situación interna de Boeing atraviesa un momento delicado. La compañía se ha visto envuelta en una nueva crisis reputacional tras el accidente del vuelo AI171 de Air India la semana pasada. (Boeing sufre una oleada de desconfianza en sus 787 tras la catástrofe de Air India)
El aparato, un Boeing 787 Dreamliner, sufrió un fallo crítico poco después de despegar, provocando la muerte de más de 240 personas. Un siniestro que ha vuelto a plantear interrogantes sobre los estándares de seguridad de algunos modelos del fabricante.
De hecho, las autoridades de aviación civil en India y Japón han ordenando inspecciones extraordinarias de toda la flota del modelo Dreamliner. Mientras se espera el resultado de las investigaciones, tanto la FAA estadounidense como la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) han enviado técnicos a colaborar en el esclarecimiento de lo sucedido.
De momento, no se ha suspendido el uso del modelo a nivel internacional, pero no se descarta que esto ocurra, especialmente después de que este fin de semana otro Dreamliner de Air India tuviese problemas tras el despegue y se viese obligado a aterrizar.
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