Según Euromonitor International, empresa especializada en el análisis de datos e investigación de mercados, industrias, economías y consumidores, los destinos menos masivos como Islandia o el Ártico han sido históricamente opciones atractivas para los viajeros, se estima que para 2029 los destinos costeros del norte de Europa, incluidos los Países Nórdicos y los Estados bálticos, recibirán más de 58 millones de turistas, generando un gasto de US$ 102 millones.
La nueva cara del turismo en Europa: El Báltico se posiciona como el destino del futuro
Así es cómo el Báltico está emergiendo como destino turístico frente a los tradicionales destinos de Europa, con playas vírgenes y archipiélagos únicos.
Las altas temperaturas en Europa y el rechazo de los residentes por el turismo masivo ponen en la mira otros destinos que se suman al turismo tendencia.
Este crecimiento se atribuye al aumento de las temperaturas en los destinos tradicionales de Europa, como España, Grecia e Italia, así como al creciente interés por el turismo de aventura y las experiencias únicas.
Los nuevos destinos que podrían sustituir a los clásicos en Europa
El mar Báltico posee un gran potencial turístico. Su costa continental ofrece hermosas playas de arena que se extienden desde el norte de Alemania, pasando por Polonia y Lituania, hasta la frontera entre Letonia y Estonia. Mientras tanto, los lados nórdicos del mar albergan los impresionantes archipiélagos de Suecia y Finlandia.
La salinidad del Báltico, que es menos de una cuarta parte del nivel medio del océano, lo convierte en un destino más agradable para los bañistas. Adicionalmente, los visitantes pueden aprovechar los largos días de verano para disfrutar de diversas actividades, experiencias únicas e incluso para broncearse.
Los desafíos para atraer más turistas
Para convertirse en un destino turístico de referencia, la región del Báltico enfrenta varios desafíos, siendo uno de los principales el limitado reconocimiento de su potencial en turismo costero orientado a la relajación. Además, la construcción de una marca sólida mediante la narración de historias será clave para atraer a más visitantes.
Un ejemplo de esto es la isla sueca de Gotland, que, a pesar de contar con la ciudad medieval de Visby, ya enfrenta problemas derivados del exceso de turismo por parte de su mercado nacional.
Por otro lado, los Países Nórdicos tienen la reputación de ser costosos, especialmente en lo que respecta a la comida. Este factor cobra relevancia, ya que, aunque los viajeros están dispuestos a pagar más por los viajes y servicios, muchos buscan una buena relación calidad-precio.
A este desafío se suma la limitada conectividad desde fuera de la región nórdica, lo que dificulta el acceso para turistas internacionales.
Finalmente, las islas autónomas Åland (Finlandia) enfrentan el reto de vender la idea de que 'llegar allí es la mitad de la diversión', promoviendo el viaje a través de minicruceros en ferry, aunque también deben lidiar con los altos costos asociados a este destino.
¿Por qué los países bálticos tienen el potencial de capitalizar el turismo de moda?
Euromonitor International destaca que los Estados bálticos (Lituania, Letonia y, en menor medida, Estonia) tienen un gran potencial para capitalizar la creciente tendencia de los 'viajes fríos'.
Lituania, por ejemplo, alberga el singular Istmo de Curlandia, uno de los destinos más populares para el turismo interno, que combina pintorescos pueblos y enormes dunas de arena.
Letonia, por su parte, cuenta con una costa virgen de 500 km, ofreciendo amplios espacios para desarrollar alojamientos sin temor a la masificación.
Finalmente, aunque los precios de la hospitalidad han aumentado en los últimos años, los países bálticos siguen siendo una opción económica, especialmente en lo que respecta al alojamiento, que constituye el principal gasto para la mayoría de los viajeros.
Según Euromonitor International, 'el gasto medio por viaje en los países bálticos es comparable al de los destinos más populares del Mediterráneo', lo que refuerza su atractivo como destino accesible.