Todo hacía suponer que no iba a ser un IPW más. Y así fue. Es que en sus casi 50 años de vida, esta gran feria estadounidense de turismo jamás había pasado por la capital nacional. Las expectativas eran muchas y la respuesta no defraudó. Fueron, entre actividades comerciales y sociales, cinco días donde los más de 6.400 delegados participantes de 70 naciones disfrutaron de una ciudad que vistió sus mejores galas para exhibir sus atractivos al mundo entero.
El IPW (antes International Pow Wow) es un verdadero clásico para quienes tienen relación con los viajes hacia la Unión americana. Un espacio para ver y dejarse ver, de relacionamiento y negocios, que lleva la firma de la U.S. Travel Association, la entidad rectora de la industria en esta nación. El epicentro del encuentro fue el Walter E. Washington Convention Center, complejo de 207 mil m² dotado de la más moderna tecnología, donde a lo largo de tres intensas jornadas se concretaron cerca de 112 mil citas comerciales que, se calcula, motorizaron contratos a futuro por US$ 4.700 mil millones.
Entre compradores y prensa se sumaron 1.800 inscriptos, y fueron varios los países que superaron la cantidad previa de delegados. Fue el caso de Alemania, Australia, Canadá, Colombia, Italia, Japón, Holanda y Perú. Europa resultó la región con más "buyers": 653, seguida por Asia (377) y Sudamérica (334).
Y en donde la sede brilló con luz propia fue en las actividades sociales, desde la fiesta de apertura, "Celebrate Under the Stars", en el Museo Nacional del Aire y del Espacio; hasta la celebración de cierre, "A Grand Slam in the Capital Region", en el estadio de béisbol Nationals Park; sin olvidar la diversa gama de tours urbanos ofrecidos sin cargo en los días previos y el brunch dominical de agasajo a la prensa, que tuvo lugar en el Newseum, museo interactivo dedicado al periodismo. Una meritoria labor de Destination DC, la oficina de turismo de convenciones y turismo de la urbe.
IPW 2017. Washington, la capital de los negocios turísticos
Del 3 al 8 de junio, la gran feria estadounidense de los viajes y el turismo cumplió su 49° edición en la capital de la nación, donde reunió a más de 6.400 delegados de 70 países. Se percibió, en general, un marcado optimismo acerca del porvenir de esta industria que en 2016 generó para la Unión 76,8 millones de arribos internacionales.
LOS NÚMEROS HABLAN.
Como quedó dicho, el IPW es una gran fuente de negocios y, a la vez, un eficaz barómetro sobre el estado de los viajes y el turismo en la Unión. En este último sentido, vale mencionar algunos datos estadísticos dados a conocer por la U.S. Travel Association que aportan claridad sobre la situación del sector.
Así, según lo informado, en 2016 el país recibió a unos 76,8 millones de viajeros (cerca de 40 millones de ellos provenientes de Canadá y México), un 6% del tráfico mundial y un 0,9% por encima del año anterior. En este contexto, los gastos de los visitantes totalizaron US$ 153,7 mil millones, un 2,1% por debajo de 2015.
Ahora bien, ¿cómo se explica un aumento en los arribos y una caída en la recaudación? La entidad lo adjudica a "la ralentización de la economía global y a la fortaleza del dólar frente a la mayoría de las otras monedas, razón por la cual el gasto promedio de los visitantes internacionales continuará cayendo".
También se redujo el dinero gastado por el mercado foráneo a las aerolíneas nacionales, que el año pasado totalizó US$ 39,1 mil millones, una declinación del 6,1% frente al número de 2015.
El movimiento doméstico, de suma importancia para la economía estadounidense, arrojó 2,2 mil millones de viajes en 2016, con gastos del orden de los US$ 837 mil millones, un 2,9% más que el año previo.
Por otra parte, el destino más visitado de Estados Unidos en 2016 fue Orlando, que recibió la marca récord de 68 millones de personas, entre arribos domésticos e internacionales.
Finalmente, es interesante apuntar que las proyecciones le asignan un gran crecimiento potencial para 2021 a cinco mercados: China (121%), India (72%), Argentina (50%), Corea del Sur (43%) y Taiwán (40%).
PREOCUPACIONES MAYORES.
Como singular caja de resonancia del acontecer del trade estadounidense, en este IPW hubo dos temas que ocuparon el interés de los referentes del sector. Uno de ellos estuvo relacionado con el funcionamiento de los aeropuertos. Y no es para menos: según el último ranking de SkyTrax, ninguna estación aérea de la Unión figura en el Top 25. Y el país figura noveno en el mundo en términos de vuelos cancelados o demorados, con uno de cada cinco en tales condiciones.
"Estamos perdiendo oportunidades de crecimiento económico, seguridad y eficiencia", comentó Erik Hansen, vicepresidente de Asuntos Gubernamentales de la U.S. Travel Association, quien agregó: "Tenemos una oportunidad por delante para modernizar el sistema, pero la pregunta es: ¿Cuándo el Congreso decidirá algo al respecto?"
Para la entidad, los aeropuertos deben recibir más recursos provenientes de la recaudación de impuestos, al tiempo que sus ganancias no deben ser utilizadas para promover el destino sino para incentivar a las aerolíneas para que añadan más servicios.
En otro orden, para Hansen también es fundamental que se expandan los acuerdos de Cielos Abiertos. "Cerca del 80% de la capacidad de asientos internacionales hacia y desde Estados Unidos está controlada por joint ventures o alianzas con inmunidad antimonopolio. Esto significa que para un vuelo transatlántico existen sólo tres opciones, mientras que la llegada de nuevos jugadores, como Emirates, Norwegian, Etihad o Qatar, dotarían al mercado de una muy necesaria competencia."
Otro tema que está causando gran preocupación entre los decision makers de la industria se vinculó con un anuncio por parte del presidente Trump -dado a conocer un par de semanas antes de la realización del IPW- de eliminar al organismo oficial de promoción turística Brand USA. La idea, ya enviada al Congreso, apunta a reducir gastos y redireccionar recursos hacia el programa de protección de fronteras.
La respuesta de la U.S. Travel Association no se hizo esperar. Roger Dow, el carísmatico presidente y CEO de la entidad, expresó: "Con todo lo que está pasando en el mundo, desarmar unilateralmente la comercialización de nuestro país como destino de viaje sería entregar la cuota de mercado en el peor momento posible".
"La creación del Brand USA, adujo, fue un esfuerzo bipartidista dirigido por los republicanos que pasó por las dos cámaras por mayoría abrumadora. La agencia fue responsable de sumar US$ 8,9 mil millones a la economía nacional en 2016 y su financiación no requiere ni una sola moneda del dinero de los contribuyentes. Es más, su eliminación pondría al presupuesto federal más en rojo."
"Siendo que los visitantes internacionales constituyen nuestra segunda fuente de ingresos exportativas, generando 15 millones de empleos, no podemos entender cómo puede entenderse como prioridad eliminar al Brand USA", recalcó Dow.
La batalla recién comienza y no caben dudas que la U.S. Travel Association hará todas las acciones de lobby posibles para que este otro capricho del controvertido Trump no llegue a concretarse.
A todo esto, el año entrante el IPW aterrizará en Denver, capital del estado de Colorado, del 19 al 23 de mayo. En los años siguientes hará lo propio en Anaheim, Las Vegas, Chicago, Orlando, San Antonio y Los Ángeles, sucesivamente.
UNA CIUDAD DIFERENTE
Washington DC (por distrito de Columbia) es una urbe que atrapa a primera vista. Ordenada, limpia y segura, sobresale por la armonía arquitectónica que exhiben sus edificaciones y arterias. Uno de sus principales atractivos turísticos se concentra en los 17 museos (de acceso gratuito) de la Smithsonian Institution, los que se suman al encanto de la cercana Georgetown, con sus casas coloniales cuidadosamente preservadas, variedad de restaurantes y activa vida nocturna; la basílica de la Inmaculada Concepción, el mayor templo católico de la Unión; la casi obligada visita al Capitolio, donde se ofrecen visitas guiadas sin cargo; y el colorido Eastern Market, con sus productos de granja, artesanías, antigüedades y música en vivo. En términos de novedades, en la urbe avanza The Wharf, ambicioso proyecto de US$ 2.000 millones que –de cara al río Potomac– dispondrá de tres hoteles, 15 restaurantes, tiendas comerciales y edificios de oficinas y residencias privadas. La primera fase será inaugurada el 12 de octubre venidero. A todo esto, en noviembre abrirá sus puertas el Museo de la Biblia, iniciativa privada que en 40 mil m² distribuidos en ocho niveles utilizará tecnología de punta para exhibir, desde una visión no religioso, la historia y distintos aspectos del libro más sagrado de todos los tiempos.Temas relacionados