REFLEXIONES AL CIERRE

1. Por un tiempo utilizamos la herramienta colombiana YOI, la cual nos ayudó a entender el concepto y adecuarnos a la política de precios variables. Dado que en el mercado existen muchísimas herramientas, hemos migrado a BeOnPrice. Es la mejor forma de vender los productos hoteleros. Otros segmentos –como las aerolíneas y el mundialmente exitoso Uber– han liderado mucho más que los hoteles este esquema de tarifa variable, pero definitivamente pensamos que es la forma más transparente para fijar un precio. Adicionalmente, aumenta el tamaño del mercado porque crea tarifas para segmentos que tienen mucha flexibilidad en sus fechas de viaje, y sus presupuestos son más limitados.

2. Es esencial para cerrar la experiencia en forma exitosa. La percepción que aún existe en los viajeros es que los hoteles, independiente de su posicionamiento, tienen malos restaurantes. Definitivamente, hay que seguir cambiando, con propuestas frescas e innovadoras; con cartas que se adecuen a los productos de estación, a las tendencias de consumo de productos naturales, a las preparaciones ligeras y precios competitivos.

3. Estamos pendientes de la aplicación del concepto emitido por la Corte Constitucional sobre el cobro de derechos de autor, que establece que éste debe hacerse sobre las áreas públicas y no debe incluir las habitaciones, que son áreas privadas, contrariamente a lo que determinaron Sayco y Acinpro. Incluir las habitaciones privadas en el cobro de derechos de autor aumenta los costos de operación, en un año en el que estamos aplicando una nueva reforma tributaria. Adicionalmente, se paga a los distribuidores de televisión por el uso de los canales; entonces, no se entiende con facilidad la medida de cobrar derechos de autor también en las habitaciones. Esto afecta la competitividad de los hoteles en un ambiente en que la tendencia de los precios es decreciente.