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Scanning San Andrés

Bastó un conversatorio de una hora con el presidente Duque y el ministro Restrepo para poner sobre la mesa una dramática radiografía de las problemáticas estructurales de la isla. Sobrepoblación, política laboral e informalidad rampante hacen de la escasa conectividad internacional del destino un dato apenas menor. El reloj comenzó a correr… 

Agrado, satisfacción, beneplácito, han sido algunos de los adjetivos que desde el seno del sector turismo se expresaron, tanto por la designación de Juan Pablo Franky como viceministro de Turismo, como por el hecho de que, al día siguiente de la posesión presidencial, el primer mandatario, su ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, y el propio Franky, aun sin posesionarse, se trasladaron a la isla de San Andrés a hablar de turismo.  
El conversatorio, ‘Taller construyendo país’ o renovado consejo comunitario, fue convocado por la Cámara de Comercio de San Andrés el 8 de agosto y contó con la presencia de empresarios del sector, funcionarios y altos directivos de compañías afincadas en la isla.  
Fue un escenario en el que, con cierta moderación, se pusieron sobre la mesa algunas de las problemáticas estructurales más agudas del archipiélago y particularmente de San Andrés como destino turístico. Y es que basta abrir los micrófonos para que desde los distintos sectores afloren toda suerte de casos complejos. No se trata, como es sabido, de temas menores, sino de un entramado de situaciones que trascienden la industria turística y tocan una dimensión social históricamente desatendida. No en vano, la agenda de Duque en la isla comenzó con un consejo de seguridad y continuó con la visita al hospital; salud y seguridad, dos temas fundamentales para cualquier destino turístico sobre el planeta. 
 

¿DE QUÉ SE HABLÓ? CRÓNICA DE LA JORNADA.  

El conversatorio fue inaugurado por el ministro Restrepo, quien expuso brevemente una serie de problemáticas identificadas tras reuniones previas con representantes de Cotelco, Anato y Acodrés.  
Restrepo se refirió rápidamente a la informalidad, dificultades en conectividad aérea y digital, “normas excesivas poco amigables al sector empresarial”, dificultades en materia de servicios públicos, problemas de planeación, dificultades de acceso a talento humano calificado, problemas de transporte público, débil promoción de destino y pocos avances en la implementación de las Normas Técnicas de Sostenibilidad. Finalmente señaló: “De lo que se tratan estos encuentros es que podamos trabajar conjuntamente entre gobierno y empresariado para encontrar soluciones concretas prácticas que nos permitan avanzar en el sector del turismo”. 
 

COTELCO PROPONE RECONVERTIR EL DESTINO. 

A continuación, tomó la palabra Gustavo Toro, presidente de Cotelco,  
como representante del sector turístico empresarial, quien se refirió al plan director de reconversión de destinos que el gremio hotelero viene trabajando con la Universidad Externado de Colombia.   
“La verdad es que San Andrés es un territorio tan pequeño y manejable que sería muy fácil poder extrapolar experiencias exitosas como las de Málaga en España y Guayaquil en Ecuador, y ver de qué manera podemos reconvertirlo”, afirmó el líder gremial sobre este plan destinado a buscar nuevos enfoques en destinos turísticos con crecimientos desordenados y mal planificados, como San Andrés y El Rodadero como casos emblemáticos.  
“Lo que pretende la reconversión es dar una mirada diferente al destino para lograr un desarrollo más armónico. Obviamente cuando un destino tiene unos desarrollos ya hechos no se puede hacer borrón y cuenta nueva, pero sí es posible organizar el territorio a partir de lo que ya existe”, apuntó Toro y reveló que este plan será presentado en agosto con San Andrés como piloto. 
¿Qué propone el plan? Aunque Toro no reveló más detalles, aclaró que no se abordarán asuntos poblacionales ni migratorios, sin embargo sí llamó la atención sobre asuntos urgentes como la mejora del aeropuerto, que se quedó anclado en el pasado; la optimización de la conectividad a Internet, una falencia que no solo resta competitividad al destino, sino que impide cualquier comunicación digital fluida de la población local; la necesidad de actualizar la infraestructura de servicios públicos domiciliarios; y la complicada regulación laboral, que tienen tanto de largo como de ancho. “Tenemos un alcantarillado para cuando San Andrés tenía 30 mil habitantes y 150 mil turistas. Hoy tenemos alrededor de 100 mil habitantes y un millón de turistas”, apuntó Toro. 
 

EL LÍO DE LA OCRE. 

Se trata de uno de los asuntos más espinosos de la isla sobre el que muchos hoteleros y empresarios prefieren no pronunciarse. Adscrita al despacho de la Gobernación, la Oficina de Control, Circulación y Residencia, más conocida como OCRE, ha regulado a través de sendos decretos la contratación laboral en la isla bajo la premisa de proteger el empleo de la población local; un principio lógico en cualquier territorio insular de esta naturaleza pero que hoy afecta la operación de los hoteleros, que afirman verse a gatas para conseguir mano de obra calificada.  
“El problema es muy complejo porque efectivamente la OCRE establece que el personal continental no puede trabajar en la isla mientras haya provisión de mano de obra isleña. Lo que ha sucedido es que el SENA ha generado diferentes cursos para proveer las necesidades de la hotelería, pero la gente no se inscribe; es decir, a las personas no le interesa este tipo de empleos pero tampoco le dan autorización a los empresarios para traer personal del interior del país. Es un nudo gordiano muy complicado”, afirmó Toro. 
Otro, sin embargo, es el punto de vista de la población local, expuesto en esta ocasión por Jayson Taylor, coordinador departamental del Centro Democrático en el Archipiélago: “Se ha hablado de la necesidad de que a la isla llegue mano de obra calificada para mejorar la competitividad del destino y yo no estoy de acuerdo con eso, presidente. Hay que recordar que el decreto de la OCRE establece que cuando los empresarios traen una persona calificada tienen que capacitar a la persona de plaza y eso hoy no se está cumpliendo”, apuntó Taylor en su intervención pública y llamó la atención sobre personas instaladas en la isla por más de 10 años que no capacitan ni irrigan su conocimiento en la población de la isla, pero sí traen a sus familias completas a vivir a San Andrés, ampliando la brecha social entre continentales e isleños. “No es contra ellos, es la supervivencia de un pueblo”, apuntó Taylor en su sentida intervención. 
¿Por qué resultan desiertas muchas convocatorias del SENA? Al parecer, según insinuó la misma directora de la entidad, Lorena Aldana, puede tratarse de asuntos de remuneración laboral. Consultado por este medio, Taylor explicó que los salarios del sector turismo se pagan en pesos, pero en la isla el costo de vida es más alto que en el resto del país. “Hay diferentes temas estructurales, pero principalmente está el tema de que aquí se pueda valorar el trabajo formal. La gente prefiere embarcarse en vez de trabajar aquí y quedarse junto a su familia. Son temas que tenemos que mirar: las condiciones laborales, la remuneración laboral”, apuntó públicamente la directora departamental del SENA.  
 

“NECESITAMOS UNA PLAN DE POLÍTICA POBLACIONAL”: TAYLOR. 

En su intervención, el coordinador del Centro Democrático también pidió al presidente Duque que antes de cualquier plan que tenga el Gobierno para desarrollar la industria, “San Andrés necesita una política pública poblacional para que todos los que vengan aquí puedan estar seguros, porque eso es uno de los nichos de la inseguridad; hay un desnivel social entre el empresariado y quien trabaja”, apuntó el líder isleño y enfatizó en que la sobrepoblación y escasez de recursos hídricos pueden llevar al territorio a una situación de crisis como ocurrió en la Isla de Pascua, en Chile. “Habitamos un territorio que es ecológicamente sensible y estamos teniendo un turismo que es agresivo con nuestro ecosistema”, apuntó Taylor.  
 

“SE NOS ESTÁN ACABANDO LAS PLAYAS”: JUAN PABLO FRANKY. 

Aunque no se ha posesionado oficialmente como viceministro de Turismo (al parecer esto ocurrirá el 28 de agosto), Juan Pablo Franky estuvo presente en el conversatorio y tuvo una breve pero sustancial intervención, en donde puso de presente un tema al que nadie se había referido: la grave situación de las playas en el destino: “No escuché dentro de las intervenciones algo que para mí es obvio, pero que a veces deja de serlo, y es que en San Andrés se nos están acabando las playas. Ahí tenemos un trabajo enorme”, apuntó el designado viceministro.   
En materia específica de turismo, Franky se refirió a una propuesta para aumentar la conectividad internacional, que hoy no alcanza a llegar a 900 sillas semanales correspondientes a la operación de Copa Airlines desde Panamá. “Perdimos hace poco la operación de Avianca desde San José de Costa Rica y creo que es una oportunidad que logremos recuperar esa operación internacional de Avianca desde su hub en San Salvador”, apuntó el viceministro.   
No menos importante es la conectividad entre San Andrés y Providencia, cuyas tarifas pueden llegar hoy a $ 600 mil a raíz de la eliminación de los subsidios a la operación de Satena y Searca. Sobre esta situación, el ministro Restrepo manifestó la semana pasada, en su primera rueda de prensa, que se trata de un compromiso adquirido por el viceministro Franky que ya se está estudiando con el ministro de Transporte.  
 

LOS PUNTOS DE CARLOS LONDOÑO. 

Durante su intervención en el mencionado conversatorio, el empresario Carlos Londoño, presidente y fundador de On Vacation, le dijo al presidente Duque: “Usted tiene una oportunidad gigante de marcar una huella indeleble en el destino. San Andrés es muy pequeño y aquí con seis intervenciones macro ponemos en un minutito la isla a tono”.  
Consultado por este medio sobre los puntos en cuestión, Londoño se refirió, en primer lugar, a la generación de una franja de 5 km. de playa “desde el sector de la Armada hasta San Luis”; la peatonalización de todo el centro desde el Hotel Sunrise hasta la 20 de Julio; mejorar la infraestructura de acueducto y alcantarillado y poner la nueva planta desalinizadora; implementar generación de energía solar y eólica; poner a punto el aeropuerto; y poner en marcha un plan de mejoramiento de viviendas de los isleños, tanto raizales como residentes. 
 

DUQUE, PREOCUPADO POR LA CULTURA ISLEÑA. 

Afinando su estilo a la dinámica propia del consejo comunitario (denominado en su gobierno “Talleres construyendo país”), el presidente Duque se refirió brevemente a cada uno de los temas tratados en el histórico conversatorio con un espíritu de abordar posibles escenarios de solución: manejo del agua, residuos sólidos, seguridad, conectividad digital, salud, educación, preservación ambiental e incluso planteó la posibilidad de cobijar al archipiélago bajo el concepto de zona de frontera, una condición que facilitaría ciertas soluciones a las problemáticas expuestas.  
De manera particular, el primer mandatario hizo énfasis en la necesidad de reivindicar la historia y cultura isleña. “Nosotros no nos hemos preocupado en el país por irrigar la riqueza cultural del pueblo raizal y eso también tiene que traducirse en qué preservemos su arquitectura”, afirmó el presidente e invitó a su ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, a establecer rápidamente una curaduría orientada a ese objetivo.  
“Mi compromiso con el archipiélago es todo. Hay un Gobierno buscando soluciones. No llegamos con una varita mágica a hacer milagros, pero tenemos un gabinete que ha empezado una tarea seria de ponerle el pecho a las soluciones”, concluyó el primer mandatario.  
El reloj ya está corriendo.  

FUENTE: scanning-san-andres-

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