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Fiebre de cruceros

Aunque los cruceros representan apenas el 2% de los 1.326 millones de salidas internacionales reportadas por la OMT en 2017, es uno de los segmentos con mayor crecimiento y valor agregado en el portafolio de las agencias de viajes. En Colombia la importancia del producto en el flujo emisivo va de la mano de la consolidación de Cartagena como puerto de llegada en el Caribe.

Aunque hoy no existen números claros y consolidados sobre la participación del producto cruceros en las ventas de las agencias de viajes en Colombia, es apenas evidente que se trata del producto que más entusiasmo despierta entre los profesionales del turismo, tanto por la variedad de alternativas disponibles y la alta satisfacción con la que suelen llegar los usuarios después de su periplo en altamar, como por las atractivas comisiones que implica vender, por ejemplo, un crucero de lujo.

De acuerdo con la más reciente Encuesta de Temporada realizada por Anato a sus agencias de viajes, el producto turístico de Náutico y Cruceros ocupó el 3º lugar en importancia de ventas durante la pasada época de vacaciones de mitad de año, ubicándose por encima de los segmentos de Compras, Ecoturismo, Religioso, Deportes y Aventura. Ahora bien, cada agencia de viajes minorista tiene su propio reporte del comportamiento del segmento cruceros y en todos los casos resulta positivo en términos de crecimiento.

Si bien en Colombia comenzó a hablarse en forma de cruceros a raíz de la inédita llegada de Royal Caribbean a Cartagena (2008-2014) y se continuó hablando aún más tras la contundente apuesta de Pullmantur por los mercados de Colombia y Latinoamérica, la realidad es que la comercialización de los cruceros en Colombia comenzó con el producto internacional, principalmente de Royal Caribbean en el Caribe, gracias a la labor de mayoristas que se la jugaron toda por la capacitación a las agencias de viajes, en los primeros años del siglo XXI.

Paralelo a ello, desde los años 90 la industria de cruceros empezó a dar un vuelco radical en sus productos, en lo que se ha revelado como un impresionante proceso de innovación y mejora que aún no termina. De acuerdo con Mauricio Materón, gerente de Discover América Marketing, compañía representante de Royal Caribbean International, Celebrity Cruises y Azamara, en las últimas décadas se ha pasado de barcos de 73 mil toneladas a colosos de 230 mil toneladas con inversiones astronómicas que rondan los US$ 500 millones, como es el caso del Symphony of the Seas, una nave con capacidad para más de 5.000 pasajeros.

Según datos de la Asociación Internacional de Cruceros (CLIA, por sus siglas en inglés) en 2017 hubo 19 nuevos barcos de cruceros navegando por el mundo y el año entrante debutarán otros 27, todos con un claro y marcado enfoque en la experiencia del pasajero. Se trata de ciudadelas del entretenimiento flotantes, cuya venta y comercialización corresponde principalmente a las agencias de viajes de todo el mundo.

 

CARTAGENA Y EL CASO COLOMBIA.

Si bien Cartagena está aún lejos de emular a los principales puertos de embarque en el mundo, el destino colombiano sí se ha convertido en uno de los principales puertos de cruceros en tránsito en el Caribe, lo cual obedece en gran medida a la preponderancia que el segmento ha tenido en la estrategia de ProColombia.

Desde la reactivación de esta industria en 2006, Cartagena pasó de 53 recaladas ese año a 234 en 2017, un incremento del 341% en llegadas de barcos y del 576% en llegadas de pasajeros pasando de 50.946 a 344.624. No menos trascendente es el gasto: para la temporada 2018- 2019 la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena estima que los 604.538 visitantes (incluyendo tripulantes) generen alrededor de US$ 61 millones para el país, según el gasto promedio estimado para este tipo de visitante.

Hoy Cartagena es puerto de embarque fijo de la naviera Pullmantur, un producto único pensado exclusivamente para el mercado latino, que además de estar en el portafolio de todas las agencias ha despertado un inusitado interés por el producto cruceros, tanto en el Caribe como en Europa.

Sin embargo, aún falta mucho camino por recorrer en esta materia. A pesar de la exitosa operación de Pullmantur, para muchos expertos la posibilidad de una segunda operación de embarque en Cartagena es inviable, tanto en términos de la capacidad del puerto de cruceros como de la madurez misma del mercado. Por ahora, los retos de las agencias pasan por capacitarse cada vez más sobre el producto para neutralizar las amenazas que la era digital plantea en la comercialización de los viajes.

 

DICEN LAS AGENCIAS…

Olga Salazar, Colaéreo: “El crucero se volvió un producto casi que indispensable para cualquier agencia de viajes. En Colombia la cultura del crucero de verdad que entró con todo, a la gente le gusta mucho, todos quieren vivir la experiencia de montar en barco. Igualmente, las compañías que representan cruceros en Colombia han hecho un excelente trabajo educando a los agentes de viajes sobre el producto. Hoy nosotros tenemos clientes que, por ejemplo, viajan a Génova para embarcarse con Costa Cruceros. Son productos que nunca tienen quejas y por supuesto, a nosotros nos deja una muy buena rentabilidad”.

 

Mario Bedoya, Panturismo: “Hemos tenido un crecimiento notable en el producto cruceros, incluso desde hace dos años y medio contamos con un departamento especializado y tenemos acuerdos con varias navieras para acceder a sus inventarios y promociones. En realidad, el crecimiento fuerte empezó alrededor de 2015 y se ha mantenido constante año a año en promedio de 18% a 20%. Hoy incluso tenemos clientes que están reservando para las temporadas de mitad de año de 2019, porque se han dado cuenta que así acceden a mejores tarifas. En cuanto a los destinos, lo de mayor demanda para nosotros ha sido Europa”.

 

Harold Lozada, Travel Group: “Desde hace 10 años aproximadamente los cruceros han ganado mucho espacio en el turismo nacional e internacional. Ya no son vistos como un producto de lujo al que muy pocos podían acceder, por el contrario, actualmente es una de las mejores formas de viajar porque permiten conocer varios destinos sin necesidad de cambiar de hotel ni visitar aeropuertos, además de estar equipados con todos los restaurantes y atracciones para brindar la mejor experiencia. En el mundo, en la última década, los cruceros han crecido 60% en viajeros y se estima que el 90% de las personas lo repiten. Indudablemente la gente se está habituando a viajar en cruceros”.

 

Ivonne Castro, Turivel: “El segmento de cruceros ya no es un target tan puntual como hace unos años. La llegada de Royal Caribbean y Pullmantur a Cartagena no solo permitió que el producto cruceros se volviera más cercano a la gente y menos elitista, sino que impulsó en gran medida la cultura del crucero en Colombia. Hoy vendemos cruceros que salen de Florida, Nueva York, incluso Alaska, sin olvidar el Mediterráneo. Hoy los cruceros son un ingreso muy representativo”.

 

Sandra Ramírez, Viajes Circular: “Nosotros, como agencia de viajes 100% turística, tenemos ventas de cruceros desde hace muchos años; sin embargo, sentimos que hoy en día los clientes tienen más acceso al producto. Este año para Viajes Circular el crecimiento en el segmento cruceros ha sido del 40% respecto a 2017 y representan alrededor del 8% de nuestras ventas. Hoy vendemos cruceros no solo saliendo de Florida, Cartagena y otros sitios del Caribe, sino de Europa, un mercado que se abrió de manera muy importante cuando se eliminó la visa Schengen”.

 

Beatriz Restrepo, Viajes Eupacla: “El segmento va creciendo, especialmente por la garantía que da el proveedor de vender cruceros a largo plazo. Hoy podemos vender cruceros a marzo de 2020, lo cual nos permite proyectarnos y que el cliente también se proyecte. Ahora, si bien es un nicho que se mueve mucho y no hay que tramitar visa, la realidad es que el ingreso es mínimo porque gran parte del costo de la cabina son propinas e impuestos. Pero de granito en granito se va sumando, además que ya no se trata de vacaciones individuales sino familiar, grupos, incentivos”.

 

Yulieth Cotrino, Aviatur: “En Aviatur el departamento de Cruceros se creó en 2016 como respuesta a las crecientes solicitudes de los clientes. Y si bien nos hemos especializado más en cruceros de lujo, también vimos la necesidad de tener productos más asequibles. Hemos tenido un crecimiento promedio del 35% y hemos capacitado a todos los asesores de counter y call center para que conozcan los productos y puedan dar el mejor servicio, lo que nos ha permitido ser más competitivos frente a las páginas web internacionales, que se llevaban buena parte del mercado. Hoy tenemos más de 30 navieras en el portafolio y los cruceros representan el 7% de las ventas. La mitad de éstas vienen por Pullmantur saliendo de Cartagena”.

 

Germán Granada, Mundiastur: “Hace 15 años los cruceros era un producto que pocos conocían y además era costoso porque no había tanta oferta. Nosotros en esa época nos dedicamos a capacitar a las agencias de viajes día y noche; fue un trabajo bastante arduo y permitió que las agencias de viajes tuvieran confianza en el producto. En ese entonces, 15 años atrás, podíamos tener 12 o 15 reservas al mes. Ya en 2017 movilizamos 8.000 pasajeros al año, de los cuales 5.500 corresponden al crucero de Pulllmantur en Cartagena”.

 

Diana Manrique, Cruceros Selectos: “La curva de crecimiento para quienes estamos dedicados a cruceros es en ascenso; todos los años han sido de crecimiento. Y aunque Pullmantur es la compañía que más ha ayudado en ese propósito, el incremento en ventas de navieras de lujo es increíble. Hace cinco años las agencias que vendían cruceros de lujo se contaban con los dedos de la mano. Hoy nos llegan solicitudes de agencias, por ejemplo, para cotizar cruceros que vayan por Kiribati, Micronesia, Nauru, Palau, Papúa Nueva Guinea, Samoa, Tonga y Tuvalu”.

 

Mauricio Materón, Discover América Marketing: “La industria de los cruceros ha evolucionado bastante comparada a años atrás cuando había mucho desconocimiento sobre el tipo de servicio que se prestaba. Royal Caribbean ha sido pionera en cambiar el concepto de un barco aburrido y costoso, a buques que son destinos en sí mismos, llenos de atracciones y entretenimiento para todos los públicos. Muchas innovaciones en las series Voyager, Freedom y Oasis no han sido superadas al día de hoy, como el ‘promenade’, una especie de centro comercial interior que es el corazón del barco”.

“Parecía una película de misión imposible”

La exministra, expresidenta de ProColombia y actual directora de Amcham, María Claudia Lacouture, contó cómo se dio la llegada de los cruceros a Cartagena de Indias, un proceso que ella lideró en la primera década de este siglo.

 

-¿Cómo comenzó la historia de los cruceros en Colombia?

-Con los cruceros todo comenzó en 2004, en un consejo comunal en Cartagena. El entonces presidente Álvaro Uribe, en respuesta a una espontánea pregunta del público sobre el futuro del turismo en la región, se volvió hacia Luis Guillermo Plata, quien presidía ProExport, y le pidió que incluyera a esa industria como uno de los ejes de promoción de la entidad. Así lo hizo. Después de varios estudios y recomendaciones de expertos, Plata decidió comenzar su estrategia turística por los cruceros. Yo trabajaba en Miami como asesora cuando recibí una llamada del director de la oficina, Mauricio Gómez, quien me dijo que mi nueva misión era llevar de vuelta los cruceros a Colombia. Era una labor difícil, la percepción de nuestro país era negativa, para el Departamento de Estado éramos un destino prohibido, la infraestructura no era la adecuada y las repercusiones de las guerras recientes nos pasaban factura. Hicimos entonces un mapeo exhaustivo de cómo operaban los cruceros, cuáles eran las grandes compañías, quiénes sus protagonistas, cuáles las rutas y el perfil de los viajeros. Vimos que teníamos las condiciones, entonces preparamos la artillería para poder concretar este sueño.

 

-¿Cuáles fueron los principales obstáculos?

-En ese momento parecería como una película de “Misión imposible”. Se trataba de convencer a las grandes compañías de cruceros, pero ni siquiera tenían el menor interés en recibirnos. La primera vez que me presenté en las oficinas de Royal Caribbean, entendí la magnitud del reto. Fueron dos días seguidos sentada todo el día en las oficinas de ellos. Al tercer día me recibieron a regañadientes, pero iba preparada y sin complejos. Fueron tres días de espera sentada en el mismo sofá, hasta que se dieron cuenta de que no me iría sin ser escuchada. Me atendió el vicepresidente de la compañía, Craig Milan. Fue cordial, pero la reunión resultó poco alentadora. Agradeció la persistencia, sin embargo, como Colombia no ofrecía la seguridad necesaria, los seguros del barco no cubrirían destinos como el nuestro.

  

-¿Cómo lograron sortearlos?

-Con voluntad y persistencia. El presidente Uribe nos acompañó a una reunión con Carnival Cruises. Conseguimos la cita por una feliz coincidencia, la asistente de Micky Arison, presidente de la compañía, era una amable colombiana. El señor Arison se excusó por llegar con un poco de retraso, y al ver al mandatario colombiano, preguntó: “presidente, ¿en qué le puedo ser útil? ¿Cuál es el motivo de su visita?”. Él, muy tranquilo, respondió: “Sentémonos y le cuento”. Hizo un resumen de cómo había cambiado la seguridad en Colombia, de las oportunidades diferenciales que tienen nuestros puertos, de la importancia de San Andrés, del anhelo de los colombianos por volver a estar en el mapa de sus barcos. Arison, como presidente de la Junta Directiva de la Asociación de Cruceros para Florida, pidió organizar una misión de altos ejecutivos a Colombia para evaluarla como destino. Y fue así como viajamos a Cartagena con Michelle Paige, presidenta de la FCCA, y cinco presidentes y vicepresidentes de las principales compañías de cruceros. En este viaje, la creatividad y el conocimiento de Mauricio Gómez nos permitió demostrar toda la capacidad de servicio y la pasión de los colombianos. Al regreso, todos los asistentes estaban enamorados de nuestro país. El camino se abrió. Yo acompañé muchos viajes de ejecutivos, medios de comunicación y asociaciones para que vieran las oportunidades de nuestra nación. Fueron varias ferias, decenas de reuniones, presentaciones, seguimientos, visitas, todo bajo una premisa: persistir, resistir y nunca desistir.

FUENTE: fiebre-de-cruceros

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