La aerolínea bandera de Alemania ofrece a sus pasajeros la única experiencia de Primera Clase disponible en un avión comercial de pasajeros que opere regularmente en Colombia. Se trata de los vuelos LH 542 y LH 543, que cubren diariamente la ruta entre los aeropuertos de Bogotá y Fráncfort y que ofrecen, de manera exclusiva en el país, una configuración de cabina de cuatro clases: Económica, Económica Premium, Ejecutiva y Primera.
“La Primera Clase es una experiencia sin igual en Colombia. Muchas aerolíneas se precian de tener un servicio preferente en su Clase Ejecutiva. Sin embargo, Primera Clase es un producto superior en todos los aspectos, y no se puede comparar, de ninguna manera, con una clase ejecutiva en ninguna aerolínea”, aseguró Antonio Cuoco, director general de Lufthansa para Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
ANTES DEL VUELO: ENFOQUE EN CADA DETALLE.
La experiencia de los pasajeros de Primera Clase comienza un par de días antes de su vuelo. Un equipo dedicado se pondrá en contacto vía correo electrónico con el viajero para ofrecerle sus servicios de asistencia personal y preguntarle sus preferencias de cara al viaje. “Nos esforzamos por satisfacer cualquier solicitud que tenga el pasajero, desde preferencias gastronómicas hasta otras peticiones para hacer el viaje más ameno”, puntualizó Javier Londoño, gerente de Aeropuerto de la aerolínea en El Dorado.
Indicó que dichas solicitudes buscan ser satisfechas sin costo adicional para el viajero, y que se piden con 48 horas de antelación para poder garantizar que el equipo pueda encargarse de todos los detalles necesarios.
Como parte de su tiquete en Primera Clase, Lufthansa ofrece un servicio de traslado Premium desde la ciudad hasta el aeropuerto o, si el viajero así lo prefiere, le ofrece valet parking personalizado para su automóvil propio o en alquiler, tanto a su salida como a su llegada los aeropuertos de Fráncfort o Múnich.
EN EL AEROPUERTO: LUJO SIN ESPERAS.
A su arribo a la terminal aérea, el pasajero de Primera Clase encuentra a un asistente personal que le da la bienvenida y le acompañará durante todo el proceso. Para la documentación del pasajero y el equipaje, el viajero tiene una fila exclusiva directa al counter.
El pasajero tiene acceso a las cuatro salas VIP del aeropuerto El Dorado sin restricciones como parte de su boleto. Así, puede elegir entre El Dorado Lounge, Copa Club, Sala VIP Latam y Sala VIP Avianca Gold. Allí puede ser asistido en todo lo que necesite por el personal y abordar de manera prioritaria el avión, por una pasarela exclusiva para pasajeros de Primera Clase y Clase Ejecutiva que viajan en la parte delantera de la aeronave.
Para el caso del aeropuerto de Fráncfort, el viajero podrá hacer conexión o llegar a la Terminal de Primera Clase de Lufthansa, una experiencia refinada para los viajeros más exigentes. Allí, los pasajeros son transportados desde y hacia la aeronave de manera exclusiva en limusina.
A BORDO: ATENCIÓN INIGUALABLE.
Ningún pasajero de aerolínea en el país puede experimentar una silla reclinable a 180° con colchón y almohada de plumas exclusiva, al igual que un separador automatizado y personal que le brinda mayor privacidad para el desarrollo de sus actividades.
A bordo del avión, el pasajero puede disfrutar de wi-fi ilimitado durante las 11 horas de su travesía entre Colombia y Alemania, a la vez que recibe una atención gastronómica personalizada en cualquier momento del vuelo. “Empacamos igual número de porciones de cada platillo disponible en el menú como pasajeros de Primera Clase hay a bordo de la aeronave, pues no podemos permitir que un pasajero nos solicite un plato y no poder brindárselo porque se nos ha agotado. Ese es el nivel de servicio de la Primera Clase de Lufthansa”, aseguró Cuoco.
La aeronave, que cuenta con ocho asientos de esta categoría, ofrece un menú preferencial para los pasajeros más exclusivos a bordo. De igual forma, la aerolínea les brinda un kit de amenities de diseñador y una pijama completa.