Santa Catalina Hotel es una propiedad de 40 habitaciones que ofrece experiencias novedosas a los viajeros contemporáneos que buscan momentos especiales para el descanso en sus días de negocios.
A sus confortables habitaciones –21 de categoría Superior, nueve Superior Twin, tres Clasic, cuatro Deluxe, una Suite el Portal, una Suite Alejandría y una Suite la Santa– se suma una ubicación privilegiada en la Plaza de los Coches, donde se halla la entrada original de Cartagena y la Boca del Puente con su Torre del Reloj, que permite tener al alcance toda la oferta cultural y gastronómica de la Ciudad Amurallada.
Al adoptar su nombre, Santa Catalina Hotel honra a dos valerosas mujeres: la India Catalina, conciliadora de dos mundos, y Santa Catalina de Alejandría, nombre que también adoptó la Catedral de Cartagena.
La propiedad brinda una novedosa oferta en el centro histórico de Cartagena, pues combina en un mismo espacio la arquitectura colonial con el estilo del art déco, sinónimo de elegancia.
Conscientes de su responsabilidad con un destino declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, los arquitectos diseñaron una propiedad que combina a la perfección la estética cartagenera del ayer, a través del uso de los materiales tradicionales, con la limpieza de las formas arquitectónicas modernas que estimulan los sentidos de los visitantes. El resultado es un hotel refrescante y moderno, pero enriquecido con las pinceladas de historia y un pasado evocador propio de La Heroica. Santa Catalina Hotel es un espacio conciliador de historias, culturas, razas, negocios, personas, sensaciones experiencias, recuerdos, estéticas, texturas y colores.
ESCENARIO MODERNO Y ARMONIOSO.
A pesar de tantos avatares, las fachadas de las dos casas que formaron el Santa Catalina Hotel conservaron su originalidad colonial, junto con una arcada de ladrillo y piedra en el interior. Por eso, la labor del arquitecto Álvaro Barrera, destacado restaurador, se centró en recuperar y destacar esos elementos: la balconada, la carpintería, los vanos y los pináculos, tanto de la fachada que da a la Plaza de los Coches como la que da sobre la Calle del Candilejo.
Con la unión de las dos edificaciones, el área total construida es de 2.200 m², con tres alturas y dos pisos. Alrededor de las arcadas se estableció un patio central para buscar ventilación y luz, así como para recrear el esquema colonial.
En cada habitación el huésped hallará una atmósfera sosegada, favorecida por la paleta de colores pastel: el azul, los grises y el negro están presentes en todas partes de manera sutil. Incluso en los amenities y en los uniformes de los colaboradores responsables del servicio y comprometidos con la tranquilidad para que el huésped reponga sus energías para disfrutar del día siguiente.
Todas las habitaciones están integradas en una edificación de cuatro pisos con una espaciosa terraza que permite una atractiva vista de la Catedral Santa Catalina de Alejandría. Los arreglos florales son el otro recurso de color, al igual que la vegetación que se integra a la arquitectura de la terraza y a la piscina de borde infinito.
ROOFTOP: LA CATA
El espacioso RoofTop La Cata tiene una atractiva vista de la Catedral Santa Catalina de Alejandría. Los arreglos florales y la vegetación se integran a la arquitectura de la terraza y a la piscina de borde infinito, enriquecida con un generoso lugar para las asoleadoras. Este espacio fue pensado para el relax y el entretenimiento, pues allí los huéspedes y visitantes pueden pasar el tiempo de manera diferente, mientras se refrescan con deliciosas bebidas y una exquisita oferta de comidas ligeras, además de divertirse con juegos tradicionales como la rana o el billar.
Asimismo, tienen a su disposición un ‘Pool-Bar’ con una gama de bebidas alcohólicas y no alcohólicas que sin duda amenizarán la experiencia de los visitantes. Este espacio, con capacidad para 120 personas ya comienza a destacarse como uno de los lugares preferidos para los más agradables eventos familiares y corporativos de la Ciudad Amurallada.
FUSIÓN DE SABORES DEL MUNDO
Ubicado en el primer piso del hotel, la propuesta gastronómica del Gran Inka Gastro Bar enriquecerá la experiencia del huésped y posicionará al hotel como un epicentro de vivencias inolvidables en torno a los sentidos. Exquisitos platillos del mar combinados con lo mejor de la cocina internacional esperan cautivar a los comensales como ya ha ocurrido en Bogotá, Miami, Costa Rica, entre otros destinos a donde Gran Inka Gastro Bar ha llevado su original propuesta. Su cocina es la suma de los sabores del mundo, un toque adicional de sincretismo, una exótica experiencia para el paladar de los visitantes del Santa Catalina Hotel. Su principal propósito es ubicarse a la altura de la maravillosa oferta culinaria disponible en el centro histórico de Cartagena de Indias.
Para maridar los platos ha dispuesto una extensa cava con vinos jóvenes y de alta calidad, de países emblemáticos con suelos ricos en minerales. Y como complemento, ofrece una coctelería artesanal lograda con técnicas modernas y mezclas del Nuevo Mundo: ahumados, botánicos, flambeados, perfumes, frutas deshidratadas, hielos tallados y aguas saborizadas.
Con capacidad para atender a 65 personas en el restaurante y 35 en el bar, brinda un exquisito desayuno al comensal que busca alimentación saludable, propuestas detox (desintoxicación), sugerencias dietéticas y opciones para vegetarianos.
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