-¿Qué logros y procesos destaca en estos tres años que estuvo al frente del Bureau de Convenciones de Bogotá y Cundinamarca?
“Todavía nos cuesta creer que la ciudad se merece cosas inimaginables”
2017 se constituyó en el año de Bogotá como punto de encuentro del mundo, esto gracias a las diferentes reuniones de talla internacional que la eligieron como su sede. Detrás de dicha gestión está el Bureau de Convenciones de la ciudad, dirigido por Sandra García, quien dejará la entidad el próximo mes.
-Hoy Bogotá goza de un posicionamiento internacional sin precedentes: está reconocida entre las 12 mejores ciudades para hacer eventos del mundo con nuestro ingreso a la alianza global BestCities, siendo la única de Latinoamérica allí presente; hemos conseguido que lleguen eventos de amplia relevancia en distintos sectores que jamás habían considerado a la región como la Cumbre de Nobeles de Paz, One Young World, TCI Global Conference, la reunión mundial de avistamiento de aves, la Conferencia Mundial Teach for all, la Convención Mundial de la FIFA para 2018, el Congreso Mundial Ecpat 2018 (Contra la explotación sexual infantil) y el Foro Global BestCites que se realizará en diciembre del próximo año, entre otros 100 eventos captados en los últimos tres años.
El rediseño de Zona MICE para consolidarlo como ‘el evento de los eventos en Colombia’, creando una plataforma que antes no existía de capacitaciones especializadas, triplicando el número de compradores internacionales y de vendedores colombianos presentes y ampliando la participación de las demás de regiones de Colombia, nos permitió solo con este encuentro, pasar de US$ 1 millón en expectativas de negocios generados a cerca de US$ 15 millones en 2017.
Bogotá también ha recibido dos premios mundiales a la mejor estrategia de Relaciones Públicas en 2015, y una de las cuatro mejores estrategias de mercadeo del mundo en 2016, ambos entregados por la organización mundial ICCA, y ha sido caso de éxito mundial en los eventos de industria en Argentina, Brasil, México, Puerto Rico, Malasia, China, Taipei, además del reconocimiento como el destino emergente de América Latina según IBTM 2016.
Hoy el Buró de Bogotá es el único en Colombia que cuenta con certificación internacional de calidad que, además de promover cada vez más la excelencia en la prestación de nuestros servicios, nos obliga a hacer mediciones permanentes del impacto económico generado. Las proyecciones de aporte económico para la ciudad, gracias al trabajo del Buró en este periodo, muestran cifras que superan los $ 200 mil millones. Pero yo diría que lo más valioso de todo este proceso es el fortalecimiento de la institucionalidad que se requiere para una estrategia exitosa: el compromiso permanente de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), que ha sido determinante para nuestros logros, la vinculación de la Alcaldía Mayor de Bogotá (a través del IDT y la SDDE) y el apoyo del Concejo de la ciudad, el fuerte respaldo de Invest in Bogotá, Cotelco, Acodrés y la Academia, entre otros, que han activado nuevos procesos de articulación publico-privada nunca antes vistos alrededor de la industria. Ese para mí es el principal logro porque garantiza no solo el largo plazo de la estrategia, sino una fuerte determinación por hacer de éste un destino potente. Todavía queda mucho por hacer, pero me siento tranquila, Bogotá va por muy buen camino.
-El ranking ICCA es un indicador en el que la ciudad se mantiene y muestra poco avance, ¿qué sucede con esta medición?
-Cuando los destinos apenas comienzan a trabajar esta industria, el ranking ICCA es determinante para su posicionamiento, pues podríamos decir que es uno de los pocos indicadores que existen hoy y es la mejor manera de comenzar a decir: aquí estoy. Pero en la medida en que un destino avanza, dicho ranking se convierte en una valiosísima herramienta de posicionamiento, pero no en el fin de la estrategia, pues debe estar centrado en el impacto. Cada destino decide cómo impactar dependiendo del estado de avance: económico, en posicionamiento, social, etc.
El ranking mide únicamente un tipo específico de eventos: los congresos asociativos, indistintamente de si participan 50 o 3.000 personas. Para ICCA, cada uno equivale a un evento. Por Bogotá, el ranking solo mide el 10% del total de los certámenes internacionales que se hacen, dejando de lado el altísimo componente corporativo, gubernamental, cultural, las ferias y exposiciones que, además del impacto económico, generan conversaciones de alto nivel y de total interés para el desarrollo del país. Bogotá hoy se mantiene como líder en el ranking para Colombia, y es un deber mantener esa posición y mejorarla en la región.
-Se realizan muchos más eventos en Bogotá de los que se registran. ¿Cómo consolidar y evidenciar esta información?
-Exacto. Este ha sido un tema complejo pues el rol de las empresas es fundamental para obtener toda esa información. Afortunadamente cada vez es más común que las empresas de la ciudad entiendan que con su ayuda mejoraremos significativamente nuestro posicionamiento. Hasta hace un año, solo registrábamos los 45 eventos que se miden con el ranking ICCA, pero hoy sabemos que por lo menos 450 eventos internacionales se hacen en la ciudad cada año.
Por otro lado, el trabajo articulado que se ha venido realizando con el IDT nos permite hoy tener un Observatorio de Turismo que incluyó la medición de los eventos realizados en la ciudad como uno de sus pilares. Este es el primer año de trabajo, y sabemos que a partir de 2018 comenzaremos a notar un incremento en la información disponible. Gracias a esto, hoy todas las empresas de la ciudad pueden ayudarnos registrando los eventos en el sistema www.datacitycolombia.com.
Por otro lado, estamos muy ansiosos por conocer los avances del proyecto que ProColombia y el Viceministerio de Turismo adelantan en materia de medición del aporte económico de la industria en el país y que será preciso para seguir avanzando.
Nos queda todavía el reto del registro de los viajeros de eventos a su ingreso al país, pues sucede con muchísima frecuencia por diversas razones que queda como turistas o viajeros de negocios, afectando directamente la información disponible de ingreso de viajeros de eventos. Necesitamos mucha ayuda del Gobierno Nacional en ese tema.
-¿Cuáles son las principales oportunidades, ventajas y beneficios que tiene el Buró para vender a Bogotá como destino de eventos?
-Hoy el Buró es una entidad institucionalmente más robusta, apoyada por la CCB, la administración Distrital y una red de 130 empresas de diferentes sectores. Un destino que proyecte articulación entre todos los sectores abre mucho más puertas que un destino cuyo Buró trabaje solo. Tenemos un sello global de calidad (BestCities), el reconocimiento internacional como referente latinoamericano y somos un hub de negocios para la región. Hay mucha expectativa por la ciudad afuera, también impulsada por la curiosidad que genera el momento de transformación del país.
También se suma la llegada del nuevo Centro de Convenciones Ágora, que incrementa la expectativa por la realización de eventos y es uno de los mejores recintos de Suramérica.
Tenemos todo lo que se requiere en infraestructura: más de 50 recintos para eventos, más de 17 mil habitaciones de 3, 4 y 5 estrellas con grandes marcas como Marriott, Hilton, Starwood, NH, Four Seasons, Radisson, Sheraton, Sofitel, Morrison, Courtyard, Hampton, y próximamente Hyatt, sin contar con las aproximadamente 1.000 nuevas habitaciones que se abrirán durante los próximos tres años, evidenciando el potencial y la confianza en la ciudad.
La ubicación geoestratégica, la concentración de casi el 80% del total de vuelos directos internacionales, la presencia de 1.600 multinacionales instaladas, entre muchos otros factores, son argumentos poderosos que nos ayudan a vender nuestra ciudad afuera.
-¿Cuáles son los principales retos?
-Yo diría que el más importante es consolidar el apoyo del sector público a la estrategia y mantener las iniciativas de articulación público-privada. Los pasos que hemos dado han sido de enormes proporciones, pero esto debe convertirse en una vinculación de largo plazo que permita hacer de la estrategia de atracción de eventos, una cada vez más robusta y que realmente se sienta de toda la ciudad, entendiendo que el único protagonismo que importa es el de Bogotá.
Otro gran reto es superar el desamor y la falta de apropiación de los colombianos y bogotanos por su ciudad. Cada vez que una persona habla mal de Bogotá, las posibilidades de que se nos caiga un negocio se incrementan significativamente pues hay que proyectar confianza, y lamentablemente mientras los extranjeros se enamoran locamente del destino, a nosotros nos cuesta creer que la ciudad se merece cosas inimaginables.
Avanzar en la concepción de lo que significa la industria es fundamental. Que podamos hablar de los eventos más allá de la cantidad de viajeros que llegan, o de la posición que nos dan en un ranking, para entenderlos como un instrumento poderoso que puede ayudar a desarrollar la vocación productiva de la ciudad y del país.
Por supuesto, hay mucho que hacer en temas de fortalecimiento competitivo: estandarizar los procesos en cada empresa, fortalecer el bilingüismo, tener precios competitivos, vincular las tendencias globales a nuestro día a día. Las conversaciones ya están avanzando a otros temas más profundos como la inclusión y diversidad, el legado, la capacidad de transformación, etc.
-¿Existe una medición de viajeros MICE en Colombia? ¿Cuál es y cuántos fueron?
-No cuento con cifras que se manejan a nivel país, que con seguridad son muy inferiores a la realidad, pero en el caso de Bogotá puedo decir que por lo menos 450 eventos se realizan en la ciudad cada año, llega un aproximado de 230 mil viajeros internacionales que se quedan un promedio de 3,5 noches. Eso sin contar los viajeros nacionales que asciende a 240 mil viajeros con una permanencia de 1,8 noches en la ciudad.
El cálculo del aporte económico por cada viajero internacional que manejamos en Bogotá es de US$ 344,5 por día, es decir, el aporte de la industria a la economía anual de Bogotá asciende alrededor de US$ 277 millones.
-¿Qué relevancia ha alcanzado la industria de reuniones dentro de las iniciativas y presupuestos del sector público?
-El IDT siempre ha estado muy cerca de la estrategia del Buró, pero en 2017 se fortaleció dicha presencia con la participación de la SDDE. Por primera vez en la historia el Distrito aportó el 30% de los recursos para la estrategia de la entidad, y más importante que eso, entendió la importancia que reviste esta industria para los propósitos de desarrollo económico. Gracias al apoyo de la CCB, hoy se dan discusiones de un nivel superior con respecto a la industria en todas las instancias gubernamentales de la ciudad y del país. El Concejo de Bogotá comienza a hablar también de nosotros con enfoques estratégicos y de largo plazo.
-¿Qué mercados internacionales y sectores económicos han puesto su mirada en Bogotá a la hora de realizar sus eventos?
-Hemos recibido eventos de lugares muy lejanos, pero cuando hablamos del enfoque corporativo, México se consolida como el principal emisor. Las islas del Caribe sorprendentemente están creciendo en interés y en generación de convenciones e incentivos. Panamá ha sido una gran sorpresa que apenas comienza a notarse. Brasil, a pesar de su situación económica nos ha dado buenos resultados. Hay un potencial muy grande en Estados Unidos y España que debemos trabajar.
Por sectores, salud ocupa el primer lugar, lo siguen los servicios financieros, la industria farmacéutica y de seguros, y el sector gubernamental. Pero estamos trabajando proactivamente con la CCB y la Alcaldía en los sectores de especialización inteligente de la ciudad (Bio Polo, región creativa, servicios empresariales, conocimiento, sostenibilidad), de manera que el impacto que generemos se multiplique.
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