Nuevas tecnologías de aseo e higiene para el sector hotelero

Para el primer servicio la marca pone a disposición de sus clientes unas pastillas irlandesas, biodegradables y amigables con el medio ambiente. Están compuestas por cloro orgánico y se disuelven en agua, en dosificaciones exactas, ofreciendo una desinfección de alto espectro que combate bacterias, hongos y cualquier microorganismo.

A partir de su aplicación permanece por un tiempo de cuatro a cinco horas, y de cinco a siete días en recipientes cerrados. Este método conlleva a la reducción en las frecuencias de mantenimiento del aseo, optimizando los recursos de los hoteles y generando espacios más higiénicos y confiables para los turistas.

De otra parte, la compañía ofrece el revestimiento protector Diamon-Fusion International (DFI), que reduce un 90% la limpieza de las divisiones de baño y evita el uso de productos químicos. Está diseñado con una nueva tecnología para la protección de superficies como el vidrio; es un líquido que se adhiere a nivel microscópico a los compuestos de este material y lo vuelve hidrofóbico (que no puede mezclarse con el agua), lo que permite que el agua, el jabón y la suciedad pasen de largo, optimizando el tiempo de limpiado y haciéndolo mucho más fácil.

Con este producto en las divisiones de los baños de los hoteles se reduce en siete minutos el mantenimiento de una habitación; además de minimizarse los insumos desengrasantes, puesto que su aplicación es de por vida y sólo se necesitará pasar un paño con agua para su limpieza.  

La película protectora no se pela, no se empaña, ópticamente siempre será transparente y, al sellar los poros de la superficie, no permite la presencia de hongos, dejándola mucho más higiénica. Para las fachadas de los edificios en una ciudad como Bogotá, ofrece una garantía de 10 a 15 años con el mantenimiento regular de la edificación.