Juan Pablo Franky, viceministro saliente de Turismo: “El turismo siempre ha sido mi campo de acción profesional y lo seguirá siendo”

-Esta ha sido una experiencia extraordinaria y una gran oportunidad para conocer mejor mi país, pero también reconozco la gran complejidad de la gestión pública. Desconocía todos estos desafíos, situaciones y exigencias, sin embargo, la razón principal por la que me voy apunta a temas estrictamente personales. Me voy muy contento porque sé que en estos pocos meses se hizo una contribución. En este momento no tengo decidido nada más allá de que voy a salir a pasear por mi país, a reflexionar y a disfrutar del tiempo libre que no he tenido, a estar con mi familia. El turismo siempre ha sido mi campo de acción profesional y lo seguirá siendo.

-Cuál es el balance que deja su paso por este cargo?

-El gran resumen de esta gestión lo plasmaría en temas muy claros como tener un norte a través de nuestro Plan Sectorial de Turismo, norte que establece a través de sus seis ejes estratégicos, acciones muy concretas para construir un turismo por los próximos años. El turismo no se construye en meses, se necesitan décadas, y por eso temas como este Plan o las secciones que quedaron establecidas en la Ley de Financiamiento como el beneficio de renta preferencial del 9% para nuevos hoteles, parques temáticos, marinas que se construyen con un beneficio hasta por 20 años, son definitivamente indicadores de esa voluntad que tiene el país, el gobierno y el congreso de la República, de apoyar esta industria. Temas tan importantes como los proyectos turísticos especiales que quedaron establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo, también van a ser una plataforma fundamental para el avance de la infraestructura turística.

De otro lado, tenemos más recursos para nuestro turismo, por primera vez habrá más de $ 1 billón en cuatro años (2019-2020). Siguen siendo escasos si uno los compara frente al enorme potencial que tiene Colombia, pero se logró a través de la Ley de Financiamiento ampliar la base del impuesto al turismo, es decir, vamos a recaudar mayores ingresos, y a su vez la DIAN programará estos dineros en su totalidad para actividades que se van a manejar a través del Fontur. Serán más recursos para hacer promoción, mejorar las condiciones de competitividad y aportar a la infraestructura turística de nuestro país.

-¿Qué retos le quedan a quien tome su lugar?

-Nuestro trabajo fundamental es explicar a los colombianos por qué realmente a nivel de turismo, podemos pensar que en la próxima década vamos a triplicar nuestros números. Si bien esta no es una cartera que disponga de billones de pesos de recursos como lo tienen otras, si tiene un gran rol y es el de generar confianza, motivar a la gente, inducir a las nuevas generaciones a que piensen que en el turismo hay oportunidad de desarrollo profesional. Este rol se viene haciendo y es el relevo que tendrá que tomar la persona que siga al frente del viceministerio.

-¿Qué momento está atravesando el turismo?

Este es un buen momento para el turismo y celebro el entusiasmo que hay por todas partes. Si bien los indicativos a niveles porcentuales de crecimiento son importantes, todavía tenemos cifras muy bajas. Nuestro turismo no representa sino el 3,8 % del PIB del país, cuando en el mundo entero representa el 10%. Es lo que nos hace preguntarnos ¿por qué? ¿Qué nos pasa? ¿Dónde está esa gran oportunidad? Sin embargo, hemos logrado cruzar ese punto de inflexión que nos catapulta hacia un turismo que está llamado a generar uno de cada 10 empleos en Colombia y convertirse en el primer renglón generador de divisas para el país. Definitivamente esa visión de gobierno de que el turismo sea el nuevo petróleo está materializándose con resultados concretos.

-La formalización es uno de los temas clave, ¿no cree?

-Es importante seguir trabajando en la inclusión de condiciones que permitan integrar nuevas plataformas, que a su vez se integren de una manera armónica y que entiendan que su rol como aportantes al turismo, también les representa obligaciones a nivel fiscal y a nivel de la prestación de los servicios. Así que, uno de esos grandes desafíos es seguir construyendo alrededor de estas nuevas tendencias un marco que las integre y las desarrolle con condiciones económicas equivalentes para todos, con oportunidad para todos.