El gremio aseguró que la reciente crisis generada por la expansión del Covid-19 a nivel mundial, y por supuesto su repercusión en Colombia, ha dejado al descubierto la fragilidad del sector turístico y hotelero ante hechos de esta magnitud. Los cuales se traducen en una parálisis de su actividad productiva y con ello el drama de miles de familias que derivan su sustento de la industria.
Actualidad Horeca
Último reporte del sector en el marco del Covid-19
El gremio aseguró que frente a la crisis por el Covid-19, más del 80% de hoteles en el país están cerrados al público, los que están abiertos tienen una ocupación del 2.89%, y cada mes de cierre de actividades representa una disminución de ingresos por $1.2 billones
Uno de los eslabones más afectados corresponde al sector hotelero, considerando que es intensivo en mano de obra y comporta altos costos fijos.
Si bien el sector hotelero en Colombia es heterogéneo, está compuesto por 26.438 establecimientos, mayoritariamente (82.5%) pequeños o
con menos de 20 habitaciones. Fuera de las ciudades capitales son frecuentes las empresas familiares o microempresas que generan una oportunidad de ingreso para los colombianos y las regiones donde se ubican.
A partir de los análisis realizados por el Centro de Pensamiento Turístico de Colombia (CPTUR), unidad de investigación y reflexión conformada por Cotelco y Unicafam, la hotelería como actividad económica, junto con los servicios de comida, aporta el 3.9% en el PIB del país y genera en promedio 110.000 empleos.
A causa de la emergencia económica y social y las medidas de aislamiento social que tomaron por sorpresa al sector hotelero, éste se vio en la necesidad de paralizar su actividad productiva. Por esto, más
del 80% de los hoteles en Colombia se encuentra cerrados al público, y los que mantienen sus puertas abiertas presentan una ocupación promedio del 2.89%.
Además, según los estudios de operación hotelera que realiza Cotelco anualmente, el sector hotelero del país genera ingresos anuales por $14.4 billones, lo que significa que cada mes de cierre de
actividades representa una disminución de ingresos por $1.2 billones y 110.000 empleos en riesgo ante la previsible lenta recuperación del sector.
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